Garitano apuesta por la «vía de la independencia»

EL CORREO, 25/9/12

El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, defendió ayer la «vía de la independencia» para articular un nuevo «modelo socioeconómico en Euskal Herria», que, a su juicio, no necesita «ser rescatada» porque conserva «capacidad suficiente para tener la situación bajo control». El político de Bildu destacó durante su intervención en el pleno de política general de las Juntas Generales de Gipuzkoa el «fracaso del Reino de España» que, en su opinión, «no tiene futuro» porque su «propio sistema de base está en crisis» y la actual situación «no se superará con café ‘aguachirri’ para todos y con viejas fórmulas». De cualquier forma, Garitano se mostró convencido de que «la libertad ganará» y el pueblo vasco «tendrá su lugar en el concierto de las naciones».

El mandatario comenzó su intervención con el «compromiso» del Gobierno foral con la «paz» dentro de «un proceso» que, según lamentó, es «todavía unilateral» y en el que abogó por «ofrecer atención a las víctimas». Tras reconocer que «todos conocemos muy de cerca el sufrimiento y la violación de derechos», Garitano dijo que la Diputación «no se cansará de pedir pasos» a los gobiernos cuando «la otra parte ya los ha dado».

El diputado abertzale repasó algunas actuaciones de su gabinete, entre ellas el apoyo al preso etarra Josu Uribetxebarria, la asistencia al homenaje al empresario asesinado por ETA Joxe Mari Korta, el apoyo a la Declaración de Aiete o el gesto de acercamiento a los familiares de los presos terroristas en la basílica de Loiola. Asimismo, opinó que la Diputación ha sufrido una «campaña de criminalización y linchamiento» por algunos de sus actos, pese a lo cual no cesará en su empeño de que el «proceso siga adelante» frente al «inmovilismo» del PSOE y el «camino a ninguna parte» emprendido por el PNV.

Garitano remarcó las «grandes limitaciones por falta de soberanía» que padece «Euskal Herria» en sus capacidades para intervenir en materia financiera, laboral e incluso fiscal.

EL CORREO, 25/9/12