López dice que pedir la independencia es ‘el peor negocio de la historia’

EL MUNDO, 27/9/12

El lehendakari dice que los planteamientos de Mas se parecen al ‘plan Ibarretxe’
‘Solo sirven para fracturar España y a la sociedad catalana y vasca’

El lehendakari del Gobierno vasco, Patxi López, ha afirmado este jueves que el planeamiento independentista de Artur Mas se parece mucho al de Juan José Ibarretxe y señalado incluso que el líder catalán utiliza palabras textuales del ex lehendakari.

López ha asegurado en una conferencia del Fórum Europa en Madrid que tanto el de Más como el ‘plan Ibarretxe’ «son planes que fracturan España y a la sociedad catalana», como en su día lo hizo con la sociedad vasca. «Algunos se han subido a una ola y no saben como bajarse de un plan que genera fracturas».

El lehendakari ha advertido a Mas que si está pidiendo la independencia por motivos económicos está haciendo «el peor negocio de la historia». En este sentido, se ha preguntado: ¿»Quién va a pagar las pensiones que son 1.800 millones de euros al año?, ¿quién pagaría el TAV?, ¿el resto de las empresas dónde pagarían el IVA?

Por ello, ha advertido, tanto a Mas como al PNV que «esto no es ninguna broma» y se ha mostrado más partidario de pedir «soberanías a Europa».

Además, ha considerado que se puede mejorar la financiacióncatalana sin que la situación de España sea insostenible.

Al líder del PNV, Iñigo Urkullu, le ha pedido que aclare «qué es lo que quiere» y le ha acusado «de ocultarse tras disfraces de cordero» y le ha advertido de que si quiere poner sobre la mesa «planes identitarios nosotros estaremos enfrente, porque eso lleva a romper el país. Sólo le pido que hable claro y no se oculte tras el lenguaje«.

Respecto a Bildu y sus resultados electoales el 21-O, se ha mostrado convencido de que «que no vana ni va a gobernar«, y ha reivindicado que si se ha acabado con la violencia de ETA ha sido, además de por la actuación de las fuerzas de seguridad, «por la firmeza de los gobiernos socialistas», central y autonómico.

EL MUNDO, 27/9/12