Fernández Díaz advierte que «no va a existir ningún santuario terrorista»

EL CORREO 12/12/12

El ministro afirma que se detendrá a todos los etarras, «especialmente a ‘Josu Ternera’», en el aniversario del atentado contra la casa cuartel de Zaragoza

«No debe existir ni va a existir ningún santuario terrorista». El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, reiteró ayer que tanto el Gobierno como los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado seguirán trabajando por el final de ETA y la detención de todos los terroristas. Fernández Díaz se pronunció en este sentido durante el homenaje que Zaragoza rindió ayer a las víctimas del atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil, del que se cumplen 25 años. La banda acabó el 11 de diciembre de 1987 con la vida de once personas: tres agentes y ocho civiles, cinco de ellas niñas de entre 3 y 14 años. Otras 88 resultaron heridas.
El acto en memoria de los damnificados, que se hizo extensivo al resto de víctimas del terrorismo, consistió en una ofrenda floral en el lugar en el que se levantaba el acuartelamiento y que, tras quedar destrozado por la explosión del coche bomba, alberga en la actualidad el parque de la Esperanza. El homenaje, al que asistieron un centenar de personas, incluidas varias de las víctimas del atentado, estuvo presidido por el ministro del Interior, la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, y la máxima representante de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza.
Fernández Díaz aprovechó su discurso con motivo del aniversario del brutal atentado para remarcar que ETA solo tiene «un horizonte», su disolución incondicional y la entrega de las armas. Mientras no se produzca dicho paso, advirtió, las fuerzas de seguridad «perseguirán, detendrán y pondrán a disposición judicial a todos los etarras y sus colaboradores, se hallen donde se hallen». El ministro se refirió «especialmente» a Josu Urrutikoetxea Bengoetxea, ‘Josu Ternera’, autor intelectual del atentado de Zaragoza y que se encuentra en paradero desconocido. Condenado en Francia a diez años de cárcel, Urrutikoetxea fue extraditado a España en 1996 donde, después de tres años en espera de juicio, el Tribunal Supremo decretó su puesta en libertad. La Fiscalía y la AVT recurrieron esta decisión y ‘Josu Ternera’ volvió a ser imputado en 2002 como inductor del atentado de Zaragoza, pero no compareció ante el juez y se dio a la fuga.
Al ser preguntado por los periodistas acerca de si disponen de pistas sobre su posible ubicación, recordó que «recientemente ha sido localizada y detenida Izaskun Lesaka», responsable del aparato logístico y militar de la banda. «Ella pensaba que estaría impune y en estos momentos está en la cárcel; eso le espera a todos los terroristas», apostilló.
Límites del Constitucional
Fernández Díaz remarcó que «los terroristas no son políticos» –el propio ‘Josu Ternera’ era parlamentario cuando fue imputado por el atentado contra la casa cuartel– y «quienes justifican sus crímenes y no los condenan, tampoco». No dudó en lanzar un mensaje a las siglas de la izquierda abertzale –Amaiur, Bildu y Sortu–, a las que recordó que el Gobierno «vigila los contornos y límites fijados por el Tribunal Constitucional que separan el comportamiento democrático y la colaboración terrorista». El ministro del Interior, que señaló que ETA «es el rostro personalizado de la maldad», finalizó su intervención dando lectura a los nombres de las once víctimas de la tragedia de Zaragoza y, en referencia a todos los damnificados por el terrorismo, se comprometió a «proteger su dignidad, garantizar sus derechos y reparar su sufrimiento». Abogó así por erradicar el «lenguaje manipulador» para dejar claro que «no ha habido ni conflicto ni hay presos políticos».
La presidenta de Aragón, por su parte, se congratuló de que ETA «esté cada vez más debilitada», si bien emplazó a «no bajar la guardia en cuanto a que el principal instigador del atentado de Zaragoza –en alusión a ‘Josu Ternera’– no ha pagado todavía sus cuentas con la Justicia». «No podemos olvidar las barbaries cometidas, es indispensable mirar atrás y ver el largo y tortuoso camino recorrido».