De Gispert subleva a PSC y PP al defender el «derecho a decidir»

EL MUNDO 18/12/12

El socialista Navarro acusa a la presidenta del Parlamento catalán de «frentista».

La nueva legislatura catalana nace crispada desde el primer minuto. Nada más ser reelegida presidenta del Parlamento de Cataluña con los votos de CiU y ERC, la democristiana Núria de Gispert usó su discurso de aceptación del cargo para defender las tesis de Artur Mas sobre la necesidad de consultar a los ciudadanos si quieren que Cataluña se constituya en un Estado independiente y sobre el «derecho a decidir».

De Gispert, cuarta dirigente de Unió Democràtica que preside la Cámara, destacó en el inicio de la décima legislatura catalana que los próximos años estarán marcados «por la lucha contra la crisis, que está minando el bienestar» pero que, «sobre todo», servirán para colmar «la voluntad mayoritaria del pueblo de Cataluña expresada en las calles y en las urnas de ejercer el derecho a decidir sobre su futuro».

El discurso de De Gispert soliviantó a los grupos de la oposición. Especialmente duro se mostró el primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Pere Navarro, que se estrenó en el Parlamento lamentando esas palabras porque suponen «una manera poco institucional y frentista» de iniciar la legislatura y «expresan sólo una parte del pensamiento de la Cámara». «La legislatura comienza mal», afirmó.

Por su parte, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, también criticó el «tono» que usó De Gispert en la apertura parlamentaria, que en su opinión sirvió para «recordar que la agenda de CiU es independentista». En su discurso, la presidenta del Parlamento catalán expresó la necesidad de «alcanzar unas relaciones diferentes con España», y también hizo referencia a la manifestación de la última Diada, que Mas usó como detonante del proceso soberanista que impulsa.

Según ella, supuso un «punto de inflexión en la historia del catalanismo» porque «certificaba la quiebra de la apuesta autonomista» y «de los intentos de tres décadas de promover el encaje de Cataluña en el Estado español».

Por todo ello, pidió que el nuevo Parlament esté «en sintonía con un pueblo que está en marcha», y defendió que una vez agotado el actual Estado autonómico se impone el ejercicio del «derecho a decidir».

Según ella, y pese a que las elecciones supusieron un duro castigo para Convergència i Unió -que pasó de 62 diputados a 50-, se ha constatado «tanto en las calles como en las urnas» que los ciudadanos quieren votar sobre su futuro.

De Gispert añadió que los catalanes deben «ser conscientes de que no vienen de la Constitución de 1978», y se remontó hasta el siglo XI para bucear en hechos históricos que demostrarían la existencia ya entonces de una comunidad nacional.

Su candidatura reunió 79 apoyos y cosechó también 52 abstenciones. La CUP, un partido de extrema izquierda que se estrena en la Cámara, decidió que sus tres diputados escribieran en la papeleta el nombre de un hombre que intentó suicidarse cuando iba a ser desahuciado, y esos votos fueron declarados nulos.

La republicana Anna Simó y el convergente Lluís Maria Corominas serán los vicepresidentes de la Cámara. La Mesa, más plural que en la anterior legislatura, se completa con los secretarios Miquel Iceta (PSC), Pere Calbó (PP), Josep Rull (CiU) y David Companyon (ICV-EUiA).

De Gispert citará a partir de hoy a los cabezas de lista de los distintos partidos para una ronda de contactos previa a la investidura de Mas, cuya fecha sigue en el aire. El presidente de la Generalitat prefiere cerrar el acuerdo con Esquerra antes de convocar la sesión que, aunque estaba inicialmente prevista para el final de esta semana, podría demorarse hasta principios de 2013.

EL MUNDO 18/12/12