EUROPAPRESS, 23/02/13
· Fernando Savater revive las conversaciones de Schopenhauer con su escultora Ney.
El filósofo y escritor Fernando Savater ha recuperado la comedia filosófica ‘El traspié. Una tarde con Schopenhauer’ (Anagrama), escrita hace más de 20 años y que fue emitida en TVE, en la que revive las conversaciones de Arthur Schopenhauer con la joven escultora Elisabeth Ney, trazando algunas de las líneas principales de su pensamiento pesimista.
Esta obra fue un encargo de la exdirectora de TVE Pilar Miró, e interpretada por Amparo Larrañaga en 1988, y, después de perder el guión y que una amiga de Savater encontrara una copia, el autor se propuso pasarlo al ordenador y se encontró revisándola y reescribiéndola, hasta verse publicada.
«CURIOSO PERSONAJE»
La propuesta explora tanto a Schopenhauer en tanto que «curioso personaje», como a la joven escultora –sobrina nieta de Michel Ney, mariscal de Napoleón–, quien elaboró un busto para el filósofo durante dos meses.
Las conversaciones entre ambos pese a sus diferencias dejaron en el filósofo el regusto de «haber sentido como si estuviera felizmente casado», e igualmente ella llamó Arthur a su primer hijo, ha comentado Savater, quien ha basado estos diálogos en una mirada ficcionada a las memorias del filósofo.
Ney, nacida en 1833, vestía con ropa al estilo masculino, rehuía las tareas domésticas y era una «protofeminista», que se contrapone a la misoginia de Schopenhauer, con una recreación de sus conversaciones llenas de una breve tregua a esta misoginia.
«Los filósofos somos ridículos por tradición», ha asegurado Savater, quien retrata al autor de forma irónica, aunque sin ridiculizarlo, poniendo de relieve su curiosa personalidad, y datos de su biografía, como que pasaron 30 años desde que escribiera la mayor parte de su obra con 27 años, y que esta fuera reconocida públicamente.
UN PASO EN FALSO
Además de aficiones personales, como su gusto por los caniches y por tocar la flauta –en una volcada vocación musical–, el diálogo repasa su visión pesimista del mundo, como si los humanos, al entrar en la vida, dieran un traspié, un paso en falso, y caminaran hasta su final dando bandazos.
Este es el retrato de un pensador que creía que los males del mundo venían de los mismos seres humanos, e incluso despreciaba el suicidio porque significaba un triunfo de la voluntad humana.
Su alternativa al suicidio ante la tragedia de la vida era que «toda la especie debería renunciar a procrear, para dejar de seguir jugando a esto».
La obra también habla de España, con la aparición de Rodrigo de Zúñiga y menciones a Miguel de Cervantes, Calderón de la Barca e incluso añade una invocación espiritual a Mariano José de Larra; así como de otros filósofos, como Immanuel Kant, y también de política.
A este respecto, Savater mira con «bastante preocupación» la actual situación política española, que ha comparado con una tormenta perfecta en la que todo parece haberse puesto de acuerdo para ir mal al mismo tiempo.
«Ha dimitido hasta el Papa», ha bromeado Savater, añadiendo que el reino de Dios se ha convertido en una regencia.
EUROPAPRESS, 23/02/13