Ni los populares (ni los socialistas) vascos hacen nada útil en el Consejo de la TV vasca en que participan?
Algo gue no se acaba de entender del PP en el País Vasco y que desalienta a sus propios votantes es que, siendo un partido capaz de adoptar ante ETA y los nacionalistas una actitud coherente que deja en evidencia a los socialistas y le redime ¬todo hay que decirlo¬ de otras chapuzas y errores graves, muestre, sin embargo, una asombrosa ineptitud para hacer lo elemental incluso en ese mismo terreno vasco en el que sabe acertar haciendo lo más difícil. El mismo PP que saca adelante la Ley de Partidos, que plantea la ilegalización de Batasuna y el cumplimiento íntegro de las penas para los terroristas; que se niega a sacarse la foto de la paciencia con Ibarreche incluso cuando a Ibarreche le aterrorizaría dicha foto porque le desacreditaría ante el voto etarra que quiere heredar; el mismo PP que tiene claro que ha llegado la hora de romper todas las inercias de la claudicación heredadas del ucedismo y del socialismo, calla ante una Radio Televisión Vasca (EITB) que es para cualquier demócrata absolutamente ignominiosa y uno de los grandes castigos añadidos al triste hecho de no haber sabido echar del poder al nacionalismo.
En el Consejo de Administración de EITB hay cuatro miembros del PP y tres del PSOE cuya gestión es nula. Los informativos son de una tendenciosidad tan repugnante que sólo resultan aptos para masoquistas. Los locutores hasta ponen caras de malos del cine mientras manipulan las noticias a favor de la causa soberanista. Hay una chica con ojos de envenenadora que sale a todas horas y dice «alternativa demokarrátika al conflicto» con el mismo acento que los militares nazis y los espías soviéticos de las pelis. Las tertulias políticas son una comedia empezando por la amañada descompensación entre voces nacionalistas y constitucionalistas. En esa televisión hubo un programa que sometió a debate ¬¿«demoka- rrátiko»?¬ la pregunta de «si Aldaya merecía estar secuestrado» y hace unos meses tuvo que ser la carta de un particular en la Prensa ¬no ese inútil y entreguista Consejo de Administración¬, la que denunciase el caso de un concurso organizado por ese medio oficial que había premiado a un disco apologético de ETA.
Ya que estos casos no son suficientes habrá que recordar la negativa de esa televisión a retransmitir el mensaje del Rey. ¿Qué significa el silencio de los populatas ante ese hecho? ¿Otorgan? ¿Por qué no dimiten para al menos dejar claro su desacuerdo ya que no pueden cambiar las cosas? ¿Siguen ahí mudos sólo para no renunciar a unas apetecibles dietas? Uno habla de los populatas porque a los sociatas los deja por imposibles. Son los que tienen el copyright de ese silencio.
Iñaki EZKERRA en LA RAZÓN, 9/1/2003