Quiroga ve «casi roto» el acuerdo por la convivencia tras el «escorado» plan de paz

EL CORREO 20/06/13

La presidenta del PP llama a «enmendar el error» y reclama a PNV y PSE «máxima exigencia para que se mueva el mundo de Batasuna»

Arantza Quiroga afronta con «preocupación» las posiciones adoptadas por el Gobierno vasco sobre pacificación en el escenario abierto por el cese de ETA. «En este momento necesitamos principios básicos, líneas rojas», remarcó ayer la presidenta del PP al término de la ronda de entrevistas mantenida con el lehendakari y los líderes del PNV y PSE, Andoni Ortuzar y Patxi López. Quiroga insistió en cuestionar los últimos planteamientos del Ejecutivo de Iñigo Urkullu en materia de «libertades», representadas por el plan de paz y el informe sobre vulneración de derechos humanos.

«Echo en falta liderazgo para poner encima de la mesa propuestas para mejorar la economía»
A su juicio, se trata de iniciativas «escoradas» hacia las posturas tradicionales del independentismo radical. Por este motivo, Arantza Quiroga consideró «casi roto» el acuerdo por la convivencia trenzado por populares, socialistas y jeltzales en el Parlamento vasco en la recta final de la legislatura pasada, en la que no participó la entonces ilegalizada izquierda abertzale.
La nueva líder de los populares vascos abogó por recuperar ese «punto de encuentro» para encarar con garantías los retos pendientes de la convivencia y la normalización en Euskadi. Así, reclamó a PNV y PSE «máxima exigencia para que el mundo de Batasuna se mueva» y consolide con nuevos pasos su decisión de romper con la violencia y profundizar en las vías democráticas.
«La mayoría de la sociedad no entendería que se pasara página y, además, de forma desmemoriada. Todo el mundo tiene muy claro lo que ha pasado en estos últimos cuarenta años: terrorismo», advirtió. Quiroga se comprometió a ofrecer las propuestas del PP para intentar «enmendar el error», a pesar de que, hoy por hoy, descarte de plano su incorporación a la ponencia de paz, de la que forma parte EH Bildu en la Cámara vasca. La presidenta de los populares censuró los informes presentados por el Gobierno de Iñigo Urkullu en este terreno, aunque evitó concretar sus críticas. El último de ellos repasa las «vulneraciones de derechos humanos» cometidas contra «víctimas de todo signo» por ETA, las Fuerzas de Seguridad del Estado en el marco de actuaciones «indebidas» y grupos de extrema derecha. «Por aquí no se va por el buen camino», señaló Arantza Quiroga.
Pese a sus confesadas diferencias de diagnóstico, la líder del PP realizó una lectura «positiva» de sus encuentros con Urkullu, López y Ortuzar, con quien se reunió ayer en Sabin Etxea en el cierre de la ronda de contactos. Sólo le queda entrevistarse con el presidente del Gobierno y líder de su partido, Mariano Rajoy, quien ejercerá de anfitrión este próximo lunes en su presentación oficial en Madrid.

El pacto fiscal «es posible»
Quiroga se mostró optimista en alcanzar un acuerdo con los otros dos partidos en el terreno de la fiscalidad, pese a que PSE y PNV negocian un «pacto global» contra la crisis y en favor de la estabilidad institucional. «Ese acuerdo está abierto al PP. Lo puedo constatar», declaró la presidenta de los populares. A su juicio, la política debe confirmar «hoy más que nunca» su vocación de «resolver los problemas de los ciudadanos». Por ello, hizo un llamamiento a «abandonar para siempre la referencia de la crispación». «El entendimiento es posible. Estamos abiertos a una Euskadi de progreso, a una Euskadi que ejerza de locomotora económica de España», explicó en la sede de Bilbao.
Aunque reconoció que cierra la ronda de contactos con la «agenda cargada de propuestas y compromisos», Arantza Quiroga emplazó a sus interlocutores a pasar a la acción, especialmente al Gobierno vasco. La dirigente guipuzcoana subrayó que echa «en falta cierto liderazgo para poner encima de la mesa» medidas eficaces para generar empleo y superar la crisis, en una velada acusación dirigida al lehendakari.
En cualquier caso, evitó romper la cuerda de posibles pactos y ofreció las «iniciativas» de su partido en un intento por arrimar el hombro. Pero urgió al consenso para poder poner en marcha con margen toda la maquinaria administrativa en las diputaciones. «El tiempo apremia. El PNV tendrá que arriesgar», advirtió.
Por otra parte, rechazó que el Concierto sea un privilegio y, sin entrar en detalles, abogó por evitar la «polémica» en torno al Cupo vasco, cuya revisión exige el PSOE.