Asimetría de la tolerancia

MAITE PAGAZAURTUNDÚA RUIZ, EL CORREO 07/10/13

Maite Pagazaurtundua
Maite Pagazaurtundua

· Iban de nones. «No hay símbolos nazis en el partido; algunos los llevan en las camisetas igual que otros lucen al Che Guevara» se ha publicado que dijo Kasidiaris, el portavoz del grupo parlamentario del partido griego Aurora Dorada (18 diputados) también conocido como Amanecer Dorado. Se quejaba –con astucia profesional– de la asimetría de la tolerancia.

«No somos neonazis, somos nacionalistas griegos», dicen que dijo. Hay quien considera que el meandro, el anagrama del partido, es una esvástica disimulada. Cuando se mira el meandro en color dorado sobre fondo azul cielo y sin saber, sólo parece algo típicamente griego. Cuando se ve el mismo meandro en negro, ribeteado en blanco y sobre fondo rojo salta, dolorosamente, a la vista lo más oscuro de una de las ideologías más siniestras que parió el siglo XX.

Al parecer son el partido más votado entre los jóvenes que han conseguido el derecho a voto en los últimos años. La quinta fuerza del Parlamento, que cuenta con un potente instrumento de fidelización juvenil gracias al black metal rock. Tienen periódicos semanales, librerías, editoriales, páginas web en Internet… un trabajo sistemático con asociaciones sociales para temas concretos: frente femenino, ecología, antiparo, asistencia social…

En política internacional aspiran a la Gran Grecia, lo que supone una parte de la actual Macedonia, pues consideran que es un robo de su legado histórico. Y Chipre. Y la costa turca de Anatolia, para recolonizarla por los griegos.

A su líder se le acaba de acusar de dirigir una organización criminal. Se acaba de descabezar a un partido legal y con representación parlamentaria, algo que desde la ilegalización de Batasuna no se conocía en la Unión Europea.

Negaban, claro. Los diputados insuflados de fanatismo patriótico xenófobo jugaban con la ventaja de la legalidad y de la normalidad de habitar en la vida parlamentaria, mientras acumulaban fuerza.

Sin paralelismos y con paralelismos. El entramado de ETA está orgulloso del pasado de sangre y trabaja estratégicamente para rebajar los costes de aparecer junto a ellos, de darles la mano, de fotografiarse. Normalizándose, normalizan que los muertos están bien asesinados. Quienes no quieren romper el hilo del diálogo público con ellos consideran que de este modo irán asumiendo las reglas de juego y se les pasará la chulería por haber secuestrado moralmente a la sociedad vasca… Hay algo que falla en el esquema: ETA y su mundo tienen capacidad de chantaje sobre el vocabulario y existe una asimetría de la tolerancia de la que no queremos ser conscientes. A mi modesto entender, en fabricar caballos de Troya ganan a los de Aurora Dorada.

MAITE PAGAZAURTUNDÚA RUIZ, EL CORREO 07/10/13