Palos a Rivera, melindres a Durán

ABC 03/11/13
JUAN CARLOS GIRAUTA

En su deslucida intervención del lunes, la secretaria general del PP no sólo faltó a los manifestantes de Colón; también calumnió a Ciudadanos, partido al que acusó de no haber acudido a apoyar a las víctimas de ETA. Si ella misma hubiera ido a dar abrigo a los doblemente heridos –por el terrorismo y por la sentencia estrasburguesa– habría podido comprobar la nutrida representación de la formación de Albert Rivera.
Es curioso, y muy significativo, que el PP crea ahora mismo que en Cataluña su enemigo es Rivera, y Duran i Lleida su interlocutor natural. Las muestras de reprobación y la desabrida condescendencia hacia la única formación que planta cara al separatismo de verdad (sin complejos y en sus narices) se tornan melindres gubernamentales y desmayado afecto no correspondido cuando, tras los Consejos de Ministros, le preguntan a la vicepresidenta por los tipos que preparan la sedición. A Duran, en concreto, lo aman.
Es meritoria tanta proximidad teniendo en cuenta el tenor del programa electoral que suscribió el oscense en 2012. Que se lo hagan llegar a Soraya S. de S. Apenas hace un año que Más y Duran dieron por imposible a España, se marcaron como objetivo la consecución de un Estado propio, resolvieron erigir una serie de estructuras de Estado para Cataluña, pusieron como prioridad en la agenda un referéndum de autodeterminación y empezaron a fracturar la sociedad catalana, ahuyentar a sus empresas, presionar a patronales y eclesiásticos, y exaltar a unos medios de comunicación convenientemente engrasados en la subvención. Explíquenle, por favor, al extraviado partido en el gobierno, y al gobierno mismo, quiénes son en Cataluña los propios y quiénes los contrarios porque, increíblemente, aún no se han enterado.
Envíese también a Génova y Moncloa una copia del pacto de legislatura que su querido Duran firmó con ERC en noviembre de 2012, donde dice: «Cataluña, como cualquier otra nación, requiere de los instrumentos de Estado que le permitan disponer de todos los recursos que generamos los ciudadanos y la plena capacidad de decisión del poder político. E, igual que cualquier otra nación, Cataluña tiene derecho al ejercicio de la autodeterminación». Y asimismo: «CiU y ERC coinciden en la voluntad de (…) situar a Cataluña como un nuevo Estado de Europa». Y luego: «Los intentos de encaje de Cataluña en el Estado español son hoy una vía sin recorrido». Con amigos así no hacen falta enemigos.
La aventura de Mas es la aventura de Duran. Duran es un Mas acojonado, pero ahí está. Tiene quince escaños en un grupo parlamentario que declaró la soberanía jurídica y política del pueblo catalán. Ostenta en el gobierno secesionista vicepresidencia y varios consejeros. Los peligros de los que Duran advierte en el Congreso (¡Habrá una declaración unilateral de independencia! ¡Arrepentíos!) son puras amenazas de poli bueno porque Junqueras es su socio. No entienden nada, para variar.