El PNV y la izquierda abertzale vuelven a manifestarse juntos

EL CORREO 11/01/14

· Convocan una marcha silenciosa hoy en Bilbao tras ser prohibido el acto por los presos de ETA.

 

Arraiz y Ortuzar leyeron un comunicado en euskera y castellano flanqueados por los líderes de ELA y LAB, además de representantes de EA.
Arraiz y Ortuzar leyeron un comunicado en euskera y castellano flanqueados por los líderes de ELA y LAB, además de representantes de EA.

El PNV y la izquierda abertzale volverán a caminar hoy juntos por las calles de Bilbao. La formación jeltzale y el resto de fuerzas nacionalistas, incluida Sortu y los sindicatos ELA y LAB, convocaron ayer por la tarde una manifestación en respuesta a la decisión del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco de prohibir la marcha por los presos que estaba prevista para esta tarde. La llamada conjunta a participar de esta protesta alternativa estuvo protagonizada por el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, y el máximo responsable de Sortu, Hasier Arraiz, que comparecieron en un hotel de la capital vizcaína acompañados de representantes de EA, Aralar, Alternatiba y las dos centrales sindicales. En la convocatoria también participa Geroa Bai, que no pudo enviar a ninguno de sus responsables.

El gesto de ver a los principales líderes del PNV y de la izquierda abertzale juntos, haciendo una llamada a la movilización, no se recordaba desde los tiempos del Pacto de Lizarra, el acuerdo que suscribieron en 1998 todas las fuerzas abertzales con ETA para lograr una declaración de alto el fuego a cambio de impulsar el camino hacia la independencia, prescindiendo de partidos constitucionalistas como el PSE y el PP. Aunque jeltzales e independentistas sí que han coincidido en diferentes manifestaciones desde la ruptura de aquel pacto, la organización no había sido conjunta. Fuentes del EBB desligan, en todo caso, la unidad de acción con Sortu de los acuerdos de Estella. Aseguran que se debe a una coincidencia concreta por «puro sentido democrático», para dar un toque de atención al PP y para evitar que Bilbao se pudiera convertir en un «campo de batalla».

Todo el espectro nacionalista recorrerá, en todo caso, esta tarde el centro de la capital vizcaína en el trayecto que suele fijar la izquierda abertzale para sus grandes movilizaciones: desde La Casilla al Ayuntamiento de Bilbao. La marcha comenzará a las seis de la tarde, media hora después que la prohibida y con un lema diferente, ‘Derechos humanos. Acuerdo. Paz’. El recorrido se llevará a cabo «en silencio», como ayer advirtieron los convocantes para remarcar «lo excepcional» del actual momento político. Los partidos organizadores justificaron el acto conjunto para «favorecer el nuevo escenario abierto» y para hacer «frente a la conculcación de derechos humanos y ante medidas excepcionales negativas». Todos los firmantes muestran, además, su compromiso para «trabajar de forma conjunta» en estos objetivos.

La presentación de la manifestación fue el colofón a una jornada en la que se sucedieron los acontecimientos. A media mañana, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz rechazó las denuncias que AVT y Dignidad y Justicia habían presentado para que se impidiera la marcha por entender que podía cometerse un delito de enaltecimiento de ETA. El magistrado señalaba en su auto que no estaba acreditado que la manifestación fuera a ser un altavoz para humillar a las víctimas. Ruz evitó, no obstante, pronunciarse sobre la posición del fiscal, que, apoyado en informes de la Guardia Civil, instaba a impedir la convocatoria original por los presos al entender que la organizaba la asociación Herrira, cuyas actividades están anu-

ladas por dos años desde el pasado septiembre. El juez prefirió que fuera su homólogo Eloy Velasco, el que dirige el sumario contra Herrira, el que tomara la decisión final.

«Organización terrorista»

El fallo definitivo llegó minutos después de la una de la tarde, cuando Velasco comunicó que quedaban prohibidos todos los actos previstos para hoy en Bilbao bajo el lema ‘Tantaz tanta’ (‘gota a gota’) por considerar que está acreditado que la organización había sido diseñada desde hace meses por el colectivo suspendido. Aunque el magistrado entiende que la «finalidad» de la manifestación prohibida es «aparentemente inocua», no puede autorizarla porque, apunta, es «parte de la estrategia de una organización cuyas actividades han sido suspendidas por ser indiciariamente una organización terrorista».

El auto judicial recibió una rápida contestación por parte del Gobierno vasco, que improvisó una comparecencia de su portavoz. Josu Erkoreka calificó de «grave» e «incomprensible» la decisión del magistrado y advirtió que prohibir este tipo de citas «no acallará una reivindicación que viene siendo mayoritaria de la sociedad vasca». Euskadi, dijo, exige en «este nuevo momento» una «nueva política de Estado para la paz, que incluya una nueva y distinta política penitenciaria». Horas más tarde y con la nueva manifestación ya convocada, portavoces de Lakua advirtieron de que ningún miembro del Gabinete Urkullu estará en la marcha de esta tarde.

La llamada a una nueva manifestación se produjo pasadas las siete de la tarde, tras horas en las que los líderes de las fuerzas nacionalistas se intercambiaron mensajes y llamadas. En una sala de hotel abarrotada por medios de comunicación comparecieron los presidentes de PNV y Sortu y los líderes de ELA y LAB, además de representantes de EA, Aralar y Alternatiba. Sólo tomaron la palabra Hasier Arraiz, en euskera, y Andoni Ortuzar, en castellano, para leer una breve declaración de apenas dos minutos de duración. Sin posibilidad de preguntas por tratarse de una «comparecencia excepcional» ante una «situación excepcional». Más que las palabras, el mensaje era la imagen de todas las formaciones abertzales juntas.

El PNV, que en semanas anteriores se había desvinculado de la manifestación por los presos y había rechazado tomar parte en esa cita, llamó a última hora a sus simpatizantes a acudir a la nueva movilización. Un gesto que fue saludado en las redes sociales como un triunfo por parte de los representantes de Sortu y la izquierda abertzale. La postura de los jeltzales recibió, en cambio, el reproche del PSE, que, junto al PP, ha respaldado los Presupuestos de Iñigo Urkullu. Los socialistas vascos acusaron a la formación nacionalista de «caer en los brazos de la antigua Batasuna». La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, tiene previsto comparecer esta mañana en San Sebastián.

EL CORREO 11/01/14