¿Es miedoso Artur Mas?

EL CONFIDENCIAL 26/05/14
JUAN CARLOS RODRÍGUEZ IBARRA

¿De qué tendrá miedo Artur Mas? ¿Por qué huye Artur Mas? A lo largo de estas últimas semanas, hemos visto como huía el Presidente de la Generalidad de Cataluña. Huyó, primero, del Parlamento Español y, luego, del presidente del Gobierno de España. Del Parlamento Español porque el Congreso de los Diputados se vio obligado a debatir sobre una petición que le había solicitado el Parlamento catalán para que autorizara la convocatoria de un referéndum en Cataluña al objeto de que los catalanes se pronuncien sobre dos preguntas que intenta formular el Sr. Mas. Ya antes, ese mismo Congreso había debatido con el Gobierno vasco una propuesta similar, aunque más elaborada, que también había sido enviada por la Asamblea vasca. En este caso, el lehendakari Ibarretxe no se escondió tras su mesa de despacho, sino que acudió personalmente al Congreso de los Diputados a exponer los argumentos que consideró oportunos para defender lo que entonces se conoció como el plan que llevaba su nombre.

Hubiera sido incomprensible que el Plan Ibarretxe hubiera sido defendido por algunos grupos parlamentarios vascos y no por el autor de la propuesta. Ibarretxe no huyó, pero Artur Mas sí. El presidente de Cataluña no quiso acudir a defender su propuesta por dos razones: o porque lo del referéndum no es una idea suya o porque, siéndola, no ha tenido el valor suficiente para hacerlo. 

El presidente de la Generalitat de Cataluña lleva dos años tratando de convencernos de que se debe aceptar el derecho a decidir del pueblo catalán y cuando tiene que explicarlo delante de quienes asumen la responsabilidad de escucharlo, se fuga del Parlamento español tal y como ya se nos había avisado por el propio presidente y por sus adláteres para no salir de allí “con el rabo entre las piernas”.

Tanto la primera acepción de la RAE sobre la palabra fuga, Huida apresurada, como la segunda, Abandono inesperado del domicilio familiar o del ambiente habitual, no pueden ser aplicadas al Sr. Mas, que ya dijo que no iría al Congreso de los Diputados a defender la propuesta emanada del Parlamento Catalán, por lo que no estamos ante una huída apresurada sino meditada, valorada y sopesada. Y tampoco se produjo un abandono inesperado del domicilio familiar o del ambiente habitual porque se esperaba el abandono y, además, el Parlamento español no es ni el domicilio familiar ni el ambiente habitual del Sr. Mas. Todo lo contrario. Mas pretende que sea la casa de sus vecinos extranjeros.

Lo curioso y sorprendente es que Mas también huye en su propia casa; en ese caso sale a escape ante la presencia del presidente del Gobierno Mariano Rajoy en Cataluña, más concretamente, en Barcelona. Debe ser que Mas no quiere escuchar cualquier comentario que pueda hacerle Rajoy en relación con su locura soberanista o, tal vez, es que Mas no tenga el más mínimo argumento para defender su propuesta de referéndum.

Que se sepa, Mas sigue siendo el representante del Estado español en Cataluña; que se conozca, Artur Mas no ha renunciado a esa condición ni por escrito ni verbalmente. No resultaría mínimamente presentable que el representante del Estado en Cataluña no acudiera a un acto celebrado en Cataluña al que asistiera, por ejemplo, el presidente del Gobierno de Alemania o de Francia. No parece sensato que Mas esté si va el de Francia o Alemania y salga corriendo si el que va es el de España. Si yo fuera catalán y viera al presidente de mi región huir cada vez que tuviera la oportunidad de decir algo a quienes tienen la responsabilidad de responderle, me preocuparía enormemente ante la falta de coraje y de valor de quien me representa. Mas representa dentro de Cataluña a quienes no quieren ser españoles y a quienes lo son y quieren seguir siéndolo, y debe actuar en función de esa doble circunstancia, aunque no le guste. Salvo que tenga miedo.