EL MUNDO 29/05/14
· Se mantendrán las conversaciones sobre corrupción pero se aparca la inmigración
Los movimientos sísmicos que han sacudido el PSOE tras la derrota del domingo tendrán consecuencias más allá de la decapitación de Alfredo Pérez Rubalcaba y la convocatoria de un congreso extraordinario. Las negociaciones que se mantenían en el Congreso para tratar de alcanzar una serie de acuerdos políticos con el PP se verán ahora dilatadas, a la espera del advenimiento de una nueva dirección.
Distintas fuentes del Grupo Socialista admitieron ayer la dificultad de cerrar ahora cualquier pacto con los populares por la ausencia de directrices políticas en el partido y porque la llegada de un nuevo secretario general supondrá cambios en la dirección del PSOE en el Congreso. El lío en el que están inmersos los socialistas afectará a temas tan importantes como el acuerdo contra la corrupción o el pacto sobre inmigración.
Sobre el primero se han producido intensas conversaciones destinadas a poder aprobar conjuntamente en la Cámara, con el concurso de otras fuerzas políticas, los proyectos de ley de control de la actividad económico-financiera de los partidos políticos y del ejercicio del alto cargo. Además, se trabajaba en una tercera iniciativa legislativa, que partiría de los grupos parlamentarios, donde se recogieran otras propuestas contra la corrupción. Junto a todo ello se están negociando las enmiendas a la reforma del Código Penal.
Aunque la voluntad de los diputados del PSOE encargados de estos asuntos es mantener vivos los contactos con el PP, reconocen que, dada la situación del partido, es más complicado ahora sellar acuerdos definitivos. Por su parte, el PP, pese a mostrarse en parte comprensivo con las serias dificultades que atraviesa el principal partido de la oposición, confió en que prosigan las conversaciones y aseguró contar con muy poco margen de espera porque se trata, según fuentes del grupo, de una «negociación institucional».
Sobre la consecución de un pacto en política de inmigración que, aunque de manera tímida, se empezaba a enverar, fuentes del PSOE sostuvieron que queda absolutamente aplazado hasta después del congreso extraordinario del próximo julio.
Tras la efervescencia del primer día de los diputados socialistas, con corrillos monopolizados por la sucesión de Rubalcaba, ayer en el patio del Congreso se vivió una jornada más sombría, de cierta desazón por el cariz de enfrentamiento abierto que ha tomado el relevo.
Aun así, la mecánica parlamentaria, lógicamente, siguió su curso y con los votos del PP, PSOE y CiU se aprobó el dictamen sobre la Ley del Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas en la Subcomisión de Defensa. En cambio, pese al intercambio de borradores en los últimos días entre populares y socialistas, no aprobaron conjuntamente las conclusiones para la reforma del régimen transitorio de la Ley de la Carrera Militar. Aun así, el PP insiste en querer pactar esta modificación con el PSOE y abre un nuevo plazo de negociación, hasta que el pleno debata y apruebe este dictamen, que deberá ser la base de los cambios en la ley.
Por otra parte, los grupos parlamentarios recibieron ayer con agrado en la comisión para la reforma del reglamento del Congreso las propuestas del PP para mejorar el debate parlamentario y conseguir que sea más técnico en comisión y más político en el pleno, permitir la comparecencia de los autores de ILP (iniciativas legislativas populares) puedan explicarlas en la Cámara y admitir enmiendas a las leyes por parte de ciudadanos. Sobre todos estos asuntos se trabajará a lo largo de junio.