EL MUNDO – 13/06/14
· Núria Parlon, favorita para liderar el partido tras renunciar a ello los principales alcaldes socialistas.
· La perspectiva de un PSC descabezado durante muchos meses aterra a los dirigentes del partido, pero también al PSOE.
· Con varios desafíos de calado por delante, Ferraz está presionando para que Pere Navarro tenga sustituto cuanto antes.
El problema es que no hay voluntarios agolpándose a las puertas de la sede del PSC para ocupar la silla de primer secretario que ha dejado libre la renuncia de Navarro. De hecho, y como también le sucede al PSOE, son muchos más los que se apresuran a aclarar que ellos no optan al liderazgo de un partido que, en los próximos meses, debe afrontar el desafío soberanista del 9 de noviembre y unas elecciones municipales que presumiblemente terminarán de desmantelar la tradicional hegemonía socialista en Cataluña.
La situación ha encendido las alarmas en la dirección del PSOE. Fuentes de Ferraz afirmaron que el relevo de Navarro debe llevarse a cabo «cuanto antes», porque una situación de «vacío de poder» podría ser definitiva en unos meses en los que los socialistas, tanto a nivel nacional como catalán, afrontarán retos cruciales.
Sin embargo, ayer, un día después de que Navarro anunciara que dimite abandonado por los que contribuyeron a auparlo y por las contradicciones que genera el plan independentista de Artur Mas, se sucedieron los desmarques desde primera hora de la mañana.
El escenario es el que se temían quienes fueron afines a Navarro hasta el último minuto: una vez que el líder ha caído, nadie se ve con fuerzas para «recoser» un partido roto por las tensiones internas y en permanente vigilancia por parte de Convergència y Esquerra. Esos partidos jugarán sus bazas para intentar que el PSC dé a partir de ahora un apoyo explícito a la consulta soberanista.
El PSOE también quiere que el puesto de Navarro lo herede preferentemente otro alcalde del área metropolitana de Barcelona, donde el PSC lucha voto a voto por evitar la sangría con Ciutadans, el PP e ICV. En realidad, la figura ideal sería la de una alcaldesa.
Así las cosas, la principal favorita es Núria Parlon, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet que heredó un Ayuntamiento manchado por la corrupción –el anterior regidor, Bartomeu Muñoz, acabó en la cárcel por el caso Pretoria– y supo pacificarlo.
Su juventud –tiene 39 años– y su condición de diputada en el Parlament también la dirigen hacia la silla de Navarro. El todavía líder del PSC, por ejemplo, no pudo hacer oposición a Artur Mas desde la Cámara autonómica hasta un año después de convertirse en el líder socialista, porque no tenía condición de parlamentario, y eso perjudicó mucho su proyección social.
También avala a Parlon el papel de mediadora que intentó ejercer en la crisis que se abrió entre la cúpula y el sector crítico cuando tres diputados fueron sancionados por votar junto a Convergència, ERC e ICV a favor del plan soberanista del presidente de la Generalitat.
Además, al contrario que muchos de sus compañeros, la alcaldesa de Santa Coloma evitó ayer hacer declaraciones en los pasillos del Parlament –donde se celebraba una sesión plenaria– y no quiso entrar a valorar sus opciones como sustituta.
El sector crítico, que en el grupo parlamentario está representado por Joan Ignasi Elena, Marina Geli y Núria Ventura, también dio ayer su visto bueno a Parlon, de quien valoran que sea un relevo generacional, su discurso «nítidamente» de izquierdas y su «no frentismo» con respecto al proceso soberanista. En cualquier caso, será muy difícil que el PSC dé marcha atrás en su desmarque de la consulta, porque en la votación que consagró ese alejamiento Navarro cosechó un 83% de apoyos.
El principal rival de Parlon podría ser Josep Mayoral. Preocupado por la repercusión del hundimiento del partido en las municipales del año que viene, el alcalde de Granollers fue uno de los primeros en pedir un congreso extraordinario tras el 25-M.
El líder de la corriente crítica Avancem, Joan Ignasi Elena, no se descartó para la carrera sucesoria, pero admitió que no sabe si postularse: «No tengo claro cuál es el papel que tengo que jugar desde el punto de vista personal». Elena, que en 2011 perdió rotundamente contra Navarro, añadió: «Me gustaría ser el primer secretario del partido, por eso me presenté. Siempre hace ilusión estar en las quinielas, pero el problema que existe ahora en el partido es tan grande que cualquier otra cosa es secundaria».
Los alcaldes Àngel Ros (Lérida), Josep Fèlix Ballesteros (Tarragona) y Núria Marín (L’Hospitalet de Llobregat), y el alcaldable por Barcelona, Jaume Collboni, sí se descartaron ayer para relevar a Navarro. Los cuatro estaban en las quinielas, pero han decidido dar un paso atrás con el mismo argumento: que su «prioridad» son sus ciudades y que, pese a que quieren contribuir a regenerar el PSC, no quieren hacerlo desde el puesto más importante de la cúpula.
Sí hubo algo más de acuerdo en cuanto al método para elegir a la nueva dirección. Dirigentes de todos los sectores del PSC coincidieron en la necesidad de que el nuevo líder sea elegido de forma directa por la militancia. Además, defendieron la celebración de un congreso extraordinario antes de agosto.
Aunque los estatutos del partido no recogen ese mecanismo de elección directa, sí contemplan la realización de un referéndum entre la militancia, que se llevaría a cabo antes del congreso extraordinario que debe refrendar al nuevo líder, escoger la dirección y establecer la nueva hoja de ruta del PSC.
El nuevo primer secretario recibiría así el aval en las urnas de los más de 20.000 militantes del PSC, una opción que defendieron ayer múltiples dirigentes territoriales y que cuenta con el beneplácito de otros sectores, tanto miembros afines a la cúpula como de las corrientes críticas. Esta idea, cada vez más extendida entre los barones del PSC, la esgrimen dirigentes como Marín, Collboni, Ballesteros o los barones del Baix Llobregat, Antoni Poveda, y Gerona, Juli Fernández.
El mismo Pere Navarro reivindicó ese sistema de elección en la rueda de prensa en la que anunció su retirada, y ayer insistió en Twitter: «Como dije ayer, creo que la nueva etapa del PSC se debe de iniciar con elección directa del nuevo primer secretario por la militancia».
En el horizonte próximo aparece, de momento, el Consejo Nacional extraordinario, que se celebrará finalmente este domingo, un día más tarde de lo que se preveía, dada la dimensión que toma la cita tras el adiós de Navarro, y en el que se debatirá la elección de una comisión gestora y la convocatoria del congreso extraordinario.
El congreso express que pide el PSOE –y con el que los dirigentes del PSC se muestran mayoritariamente de acuerdo– se celebrará con casi toda seguridad antes de que acabe agosto, incluso antes del que celebrará el PSOE el 26 y 27 de julio. La voluntad es la de que se evite una situación de «interinidad» de la comisión gestora, cuya función debe ser simplemente un órgano administrativo, informa Efe.
En todo caso, el hecho de celebrar ese congreso y elegir un nuevo líder no exime de que, en un plazo aproximado de un año, se deba celebrar el congreso ordinario del partido.
EL MUNDO – 13/06/14