EL MUNDO – 15/06/14
· Rigau advierte al Gobierno de que Cataluña seguirá aplicando la inmersión lingüística.
Miles de personas marcharon ayer por la tarde por el centro de Barcelona en defensa del sistema educativo catalán, cuya piedra angular es la inmersión lingüística en esta lengua. Organizada por la plataforma Somescola –formada por una cuarentena de organizaciones– la marcha verde pretendía ser una respuesta multitudinaria, tanto a la reforma educativa del Gobierno central, como a los autos judiciales que obligan a que cinco colegios catalanes ofrezcan, a partir de mañana, el 25% de sus contenidos educativos en castellano. Sin embargo, la rúa festiva no acabó de ser el «clamor histórico» que vaticinaban los organizadores –según la Guardia Urbana fueron 25.000 los asistentes, cuatro veces menos de lo cifrado por Somescola– ni se limitó tampoco a ser un acto reivindicativo de los centros escolares, los profesores y las familias.
De ello se encargó el Govern, que ya había convertido esta semana la marcha en un parapeto político contra el Gobierno y el futuro decreto que obligará a Cataluña a pagar la escolarización en castellano de aquellas familias que lo soliciten. El Ejecutivo de Artur Mas, sin la presencia de éste, trató así ayer de capitalizar, junto al resto de partidos favorables a la inmersión –es decir, todos los que tienen representación en el Parlament, menos PP y Ciutadans–, una marcha que se había convocado para que los protagonistas fueran profesores, padres y alumnos.
Así quedó constatado al ver quienes portaban la pancarta principal: la consellera de Ensenyament, Irene Rigau; la de Benestar Social, Neus Munté, y la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega. Junto a ellas, además, se encontraba el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, acompañado por el presidente de ERC, Oriol Junqueras, la diputada del PSC Rocío Martínez-Sampere, la coordinadora de ICV, Dolors Camats, y el secretario de Organización de CDC, Josep Rull, quien tachó la Lomce de «ataque gravísimo a Cataluña». La politización de la marcha se vio reforzada también por la masiva presencia de banderas estelades y cánticos de «independència» que acompañaron el desplazamiento de las miles de familias.
La presencia de miembros del Govern contrastó, además, con otra de las principales reivindicaciones que se escucharon y se pudieron leer en miles de camisetas verdes y amarillas: «Stop recortes». Unos tijeretazos presupuestarios sobre la educación pública cuya ejecutora, paradójicamente, es la persona que ayer encabezaba la marcha: la consellera Irene Rigau.
La responsable de Ensenyament se encargó ayer mismo de advertir al Gobierno y al ministro de Educación, José Ignacio Wert, que el próximo septiembre la educación en Cataluña seguirá rigiendo bajo el modelo actual. En declaraciones a la emisora Rac1, Rigau defendió la prioridad de la ley educativa aprobada en el Parlament de Catalunya por encima de la Lomce. «Nos vemos con fuerzas para hacer prevalecer la ley del Parlament», aseguró. La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, por su parte, pidió al Govern que no distorsione la situación con «adoctrinamiento político» y defendió el modelo trilingüe en catalán, castellano e inglés.
EL MUNDO – 15/06/14