EL MUNDO 15/09/14
· A las puertas de una semana crucial para los soberanistas, el portavoz de CiU en el Congreso, Duran Lleida, ignoró el pacto de no agresión a ERC y acusó a Oriol Junqueras de «romper la unidad» por llamar a la desobediencia.
En respuesta a la entrevista que el domingo publicó EL MUNDO y en la que Junqueras aseguraba que «ha llegado la hora de que nos saltemos la legalidad española», Duran no sólo le culpó de acabar con el consenso sino que también le achacó haber «disparado al pie del proceso» tras llamar a la desobediencia si el Tribunal Constitucional (TC) suspende la convocatoria de la consulta.
En una cadena de tuits in crescendo, el líder democristianomostró su malestar con Oriol Junqueras y calificó su propuesta de «disparate». «Nunca había leído una entrevista con tantos disparates. Y ellos pueden gobernar dentro de cuatro días», en referencia a la creciente posibilidad de que ERC entre en el Ejecutivo de CiU o bien que ambas formaciones se presenten con una lista conjunta en un hipotético adelanto electoral de cariz plebiscitario.
«Tal vez es lo que quiere el PP: que gane ERC y lo destroce todo; en España conocen la historia de lo que ha pasado cuando han gobernado», se preguntó Duran sobre una posible victoria republicana en las urnas.
En este sentido, Duran tildó de «ridículo» el llamamiento de Junqueras de desobedecer al Tribunal Constitucional si impugna el referéndum. Según el democristiano, las bases del pacto por el derecho a decidir pasan por ceñirse a la legalidad vigente: «La consulta debe garantizar escrupulosamente todas las condiciones democráticas para ser reconocida y respetada y para no hacer el ridículo».
También apunta Duran que «de legalidad no hay varias, sólo hay una» en referencia a la defensa de ERC y de parte del sector convergente de la ley de consultas por encima del dictamen del Tribunal Constitucional. «¿Qué pasaría si el 51% desobedece la ley española?», se pregunta para luego responder: «No somos conscientes que pondríamos las bases para que el 49% dijera que no quiere cumplir la catalana».
Estas críticas del líder democristiano, a una semana de que Artur Mas firme la convocatoria del referéndum, ahondan en la fractura interna entre Convergència y sus socios de Unió. Significativas son las declaraciones del ahora secretario general de UDC, Ramon Espadaler, quien se postuló en la misma línea que Duran al asegurar que «saltarse la legalidad no lleva a ningún sitio».
Espadaler, el hombre que debe pilotar el delicado debate acerca de la posición de Unió respecto a la convocatoria de la consulta, recordó ayer que el llamamiento a la desobediencia de Junqueras «no está en la base de nuestro acuerdo parlamentario». A su juicio, la base del pacto con las demás formaciones que secundan el derecho a decidir es «anclarla en la legalidad». «Le da potencia a nivel internacional», resumió el democristianosobre uno de los asuntos que más preocupan al sector moderado de CiU.
Al mismo tiempo, Espadaler reclamó «por el bien del proceso» que el liderazgo del proceso soberanista siga en manos del presidente catalán, Artur Mas. Por ello, pidió a los partidos, en clara alusión a ERC y a Junqueras, que se pongan «al lado» de Mas y no que el president esté «en manos» de las demás formaciones, con el fin de que esta unidad culmine en «hacer las cosas bien hechas».
Quien acudió rápido a intentar apagar el fuego entre Unió y ERC fue el número dos de Convergència, Josep Rull, que jugó a la ambigüedad al asegurar que lo que se pide a los catalanes no es «que incumplan una ley española, sino que cumplan una catalana». «La legitimidad democrática es nuestra», aseveró Rull en un apunte en su cuenta de Twitter poco después de las críticas de Duran a Junqueras en la misma red social.