EL MUNDO – 13/06/15
· Hombres armados matan al menos a siete personas que protestaban en Derna por la presencia del Estado Islámico en la ciudad.
Oprimida bajo la amenaza del Estado Islámico y paralizada por una guerra civil que se aproxima a cumplir un año, Libia se hunde un poco más en la inestabilidad generada por sus dos gobiernos y sus respectivos brazos militares. Al menos siete personas fueron abatidas ayer en la localidad libia de Derna, después de que hombres armados abriesen fuego contra decenas de personas que protestaban contra la presencia del Estado Islámico en la ciudad, según difundieron varios medios y periodistas locales.
El tiroteo, en el que fueron heridos otra treintena de manifestantes, se produjo cuando varias decenas de hombres marchaban, tras el rezo en la mezquita, hacia el principal cuartel del IS en la ciudad. Protestaban por la creciente afluencia de combatientes extranjeros, según relataron varios vecinos a la agencia Reuters.
El incidente provocó la misma tarde un bombardeo por parte del ejército leal al Parlamento reconocido por la comunidad internacional y asentado en Tobruk, a unos 145 kilómetros. Otras dos brigadas radicales, consideradas «terroristas» por Tobruk y que ayer anunciaron la toma de una parte de la ciudad, combaten también en las calles de Derna a los esbirros del autoproclamado califa, Abu Bakr el Bagdadi.
El IS ha perdido poder en Derna (primera colonia califal fuera de Irak y Siria) y se ha trasladado a Sirte para avanzar hacia el oeste. La última demostración de fuerza ha llegado en forma de dos vídeos en los que los yihadistas amenazan a Misrata, Trípoli y Tobruk y que hacen temer una escalada de los ataques antes del inicio, la próxima semana, del Ramadán.
La llegada de cientos de combatientes procedentes de Oriente Próximo, el Norte de África y el Sahel ha convertido el país, además, en un hub terrorista al que temen tanto los vecinos como la Unión Europea. Túnez es el país que más muyahidines aporta, según las autoridades consideradas ilegítimas por Occidente en Trípoli, lo que ha provocado un aumento de la tensión a ambos lados de la frontera.
El secuestro este mismo viernes de 10 empleados del Consulado tunecino empaña aún más esas relaciones. Siete coches y una furgoneta cargados de hombres armados irrumpieron en el edificio y se llevaron al personal que se encontraba allí, según relató un portavoz militar a la BBC. «Es una seria violación de la soberanía tunecina», denunció el Ministerio de Exteriores en un comunicado en el que pide a sus nacionales que se abstengan, por el momento, de viajar a Libia salvo emergencia.
El incidente pudo ser una respuesta a la detención de Walid Kalib, líder de una brigada aliada del Gobierno de Trípoli y su brazo militar, Fayer Libia (Amanecer en Libia). Según Reuters, un tribunal denegó su liberación tras haber sido acusado de secuestro en mayo. Entonces, uno de los cuerpos milicianos de Fayer Libia retuvo, como venganza, a más de una decena de tunecinos.
EL MUNDO – 13/06/15