El imperio de la ley

ABC 04/08/15
BIEITO RUBIDO

La seguridad jurídica y las instituciones son las que salvan a los países, a las naciones, cuando sufren crisis como esta en la que nos quiere embarcar Artur Mas. Por cierto, el político más gafe de la España reciente, y a su balance me remito. En Cataluña urge reponer la legalidad, arrasada por los nacionalistas. A partir de ahí, y ahora más que nunca, es preciso abrir un debate honesto y maduro acerca de lo que la independencia podría suponer para el catalán medio, para el anónimo, para el trabajador, para el pensionista. La oligarquía ya sabemos que vive bien. El que necesita las garantías del Estado es el ciudadano de a pie. Por eso, en Cataluña no conviene hacer frentismo ni poner cara de perro, pero tampoco ceder un ápice. Lo medular del sistema democrático es el imperio de la ley y la igualdad de todos ante ella. No podemos adaptarla según convenga. Ni tampoco andar con matices ni eufemismos. La claridad es fundamental en esta controversia. Conozco su hartazgo, amigo lector, acerca del problema catalán. Pero es que llegados a este punto ya no solo se juega con la soberanía, sino con la libertad y la democracia. Es decir, con la ley.