Lasarte-Oria homenajea a once víctimas, entre ellas un bebé asesinado en 1960 y considerada la primera víctima de ETA, aunque la organización terrorista nunca asumió la autoría. Se salda así una deuda con los muertos y heridos en atentados y con los vecinos asesinados fuera del municipio.
Una deuda menos. El Ayuntamiento de Lasarte Oria envió ayer un mensaje de calor, consuelo y solidaridad a cuantos han perdido a un ser querido a manos de la barbarie terrorista, y a aquellas otras personas que sufren las heridas físicas y psicológicas provocadas por los atentados. Se saldó ayer una deuda histórica con las víctimas de atentados llevados a cabo en Lasarte-Oria y con los vecinos del municipio que han sufrido actos de violencia fuera del mismo. Once personas, ocho de ellas asesinadas y tres que sufrieron lesiones. Entre ellas, la considerada como la primera víctima de ETA -la organización terrorista nunca asumió la autoría-. Begoña Urroz, lasartearra de tan sólo 22 meses, falleció en 1960 al explotar una bomba colocada en la estación de ferrocarril de Amara. Fue la primera de una lista en la que hasta hoy figuran más de 850 nombres escritos con sangre por ETA a lo largo de su historia.
La madre de Begoña, Jesusa Ibarrola Telletxea, a sus 83 años y recién salida de una intervención quirúrgica, salió ayer de su domicilio pese a los dos grados centígrados que marcaban los termómetros. «Ni se le ha pasado por la cabeza el no acudir al acto», aseguraban sus allegados ante la decisión de ella de no ser protagonista. Durante 50 años ha sido así. Ha rumiado su dolor con discreción, en solitario y en silencio. «Los vascos somos así», dicen los Urroz, una familia de pocas palabras. El fallecimiento de la pequeña Begoña era como un secreto, como una herida. Tanto es así, que ni sus amigos más cercanos sabían nada de lo que les había pasado.
Ayer Jesusa dio un paso al frente. También lo hubiera hecho su marido fallecido hace algo más de un año. Jesusa tuvo fuerzas para acudir al acto de homenaje celebrado en el Salón de Plenos del consistorio lasartearra. Siguió el acto en primera fila acompañado de dos de sus hijos -Begoña y Jon- y posteriormente destapó junto a la alcaldesa de la localidad, Ana Urchueguía, una placa en el pórtico de entrada del ayuntamiento en recuerdo y homenaje a las víctimas del terrorismo. El consistorio se quedó pequeño ante los muchos invitados y ciudadanos que quisieron sumarse al acto.
El fallecimiento de Begoña Urroz hace cincuenta años apenas tuvo repercusión social. No hubo manifestaciones públicas, ni actos de repulsa por el asesinato, ni concentraciones ciudadanas. Nada. Hasta ayer. Cincuenta años después. La inyección de calor recibida de los suyos, de los lasartearras, aliviará en parte su sufrimiento. El de ella y el de sus allegados. También el de los otros diez homenajeados: Antonio Huegun, José Javier Urritegi, Alejandro Sáenz, José Herrero, Alfonso Morcillo, Miguel Ángel Blanco y Froilán Elespe, todos ellos asesinados por la organización terrorista, así como a los heridos Pilar Calahorra, Dominica Navarro del Amo y Francisco Fontela.
En defensa de la libertad
«El reconocimiento claro y explícito a los ciudadanos que dieron la vida en defensa de la libertad y la democracia», en palabras ayer de la alcaldesa Ana Urchueguía, no contó con el respaldo de todos los grupos municipales, o al menos no fue así cuando fue presentada en pleno a finales de diciembre. La moción fue aprobada con los votos favorables del PSE-EE, PP y PCLO (Plataforma Ciudadana Lasarte-Oria) y la abstención de EA y EB. Los ediles no adscritos y los del PNV no asistieron entonces a la sesión.
Ayer, más de lo mismo. La inasistencia a dicho acto de los miembros de ANV y el de EA revela que incluso en un momento en el que las diferencias en materia antiterrorista parecen disiparse en pos de la unidad democrática frente a la ofensiva etarra, siguen dándose comportamientos políticos que regatean la dignidad de las personas asesinadas. Los dos concejales del PNV siguieron el desarrollo del acto entre el público, sin ocupar sus escaños.
Asistieron al acto de homenaje, entre otros, el consejero vasco de Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola; el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces; el director general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio de Interior, José Manuel Rodríguez; la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Rafaela Romero; la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua; la diputada foral de Presidencia, Edurne Egaña y el parlamentario del PP Ramón Gómez.
Lasarte-Oria se suma al Mapa de la Memoria
Lasarte-Oria es desde ayer el vigesimotercer ayuntamiento vasco que se suma al Mapa de la Memoria que lleva adelante la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco. La placa descubierta en el pórtico del Ayuntamiento se añade a esa cartografía en construcción. A ese empeño de las instituciones para que el recuerdo de lo acontecido tenga una imagen visual a lo largo y ancho de la geografía vasca.
El consistorio acordó también que el nuevo espacio que se habilitará en las antiguas huertas de las Brígidas llevará el nombre de Parque de la Libertad-Askatasunaren Parkea. Se trata de una zona abierta que pasará a ser el centro neurálgico de la localidad. Se sumará al parque botánico Froilán Elespe, una espacio ya de los lasartearras.
Consuelo Garrido, madre de Miguel Ángel Blanco
«Es duro volver a donde mataron a mi hijo»
Para los padres de Miguel Ángel Blanco el de ayer no fue una jornada más. Regresaron a la localidad en la que su hijo apareció herido de muerte con dos disparos, el 10 de julio de 1997. Aquella acción terrorista marcó un antes y un después. Miles de personas salieron a la calle para exigir a los terroristas que no cumpliesen su amenaza de asesinar al joven concejal del PP de Ermua.
-¿Reconfortados?
– En parte sí. Volvemos a casa aliviados en cierta manera. Volver a Lasarte Oria siempre nos trae malos recuerdos, pero actos como el de hoy (por ayer) seguro que permiten que el recuerdo sea diferente de hoy en adelante. Es realmente duro regresar a Lasarte-Oria.
-¿Qué les ha parecido el acto?
– Ha sido suficiente. Nos hemos sentido arropados. Los actos sencillos y cercanos llegan muy dentro, a veces incluso más que los multitudinarios. El Ayuntamiento de Lasarte-Oria siempre quedará en nuestro corazón por el reconocimiento que ha hecho a nuestro hijo y a todos aquellos que han sufrido la barbarie terrorista. No tenemos más que palabras de agradecimiento hacia la alcaldesa y todos los concejales que han respaldado este acto.
Caty Romero, viuda de Alfonso Morcillo
«Mi familia ha tenido la cabeza levantada»
La viuda del sub-oficial de la Guardia Municipal de San Sebastián, Caty Romero, se emocionó en el momento en el que recibió el recordatorio del Ayuntamiento de manos de su alcaldesa. Morcillo fue asesinado de un tiro en la cabeza cuando salía de su domicilio en Lasarte-Oria. Fue en diciembre de 1994.
-Ha costado pero por fin llega el reconocimiento a su marido.
– Que después de quince años tengamos un reconocimiento es plenamente satisfactorio. Ha sido un proceso largo pero hemos llegado. Por desgracia las víctimas hemos tenido que esperar muchos años para tener un reconocimiento público pero se van dando pasos adelante, que es lo importante.
-(…)
– Ganaremos porque somos mucho mejor personas. Nunca hemos querido hacer daño a nadie.
-Usted optó por quedarse en San Sebastián pese a ser de Medellín (Badajoz). ¿Por qué?
– No ha sido fácil, pero tanto mi familia como yo hemos tenido la cabeza levantada lo que hemos podido. Sobra decir que los que hemos vivido en el País Vasco somos las víctimas que más hemos sufrido porque convivimos víctimas con victimarios.
Ana Urchueguía, alcaldesa de Lasarte-Oria
«No hay que olvidar la memoria de los asesinados por el terrorismo»
Ana Urchueguía vivió una jornada llena de emociones. Se reencontró con familiares de víctimas que le han tocado muy cerca.
-¿Liberada?
-Es una deuda que teníamos con los familiares de los asesinados. Pasarán los años y la historia recordará a todas las personas que fueron asesinadas y también a los que cogieron la bandera y siguieron trabajando por la libertad de este país. Desde el Ayuntamiento de Lasarte-Oria consideramos que no hay que olvidar su memoria, hay que tenerla presente.
-Se le ha visto muy emocionada por momentos.
-Es que he visto a Caty (viuda de Morcillo), a su hijo, al que conocí cuando tenía once años, a la mujer de Froilán… Son muchos recuerdos. He vivido en primera persona funerales con diez personas. Eran tiempos en los que se miraba para otro lado. El comentario de que ‘algo habrá hecho’ se repetía con asiduidad. Recuerdo capillas ardientes con sólo seis personas.
-Eso quiere decir que hemos avanzado.
-Muchísimo, pero todavía falta. Nunca es mucho.
-¿Qué opinión le merece la actitud de los concejales de su Ayuntamiento que no han respaldado la moción?
-Lamentable. No me gusta hacer política de situaciones como ésta pero cada uno se retrata como es. Han dado la talla de lo que son. La imagen del Salón de Plenos con varios escaños vacíos es triste. Es una imagen de este país. Considero al PNV un partido democrático y no me gustó nada que no viniera a defender su postura, sea cual sea.
-¿Cuándo se inaugurará el Parque de la Libertad?
-Este mismo año. Será en señal de respeto a las víctimas del terrorismo y en reconocimiento a los valores de libertad y democracia. Se sumará al parque botánico Froilán Elespe.
Maixabel Lasa. Dirección de Víctimas del Gobierno Vasco
«Hemos dado otro paso y el objetivo es seguir creciendo»
Maixabel Lasa tampoco falló ayer. La directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco estuvo acompañada por su asesor, Txema Urkijo. Respiran satisfechos al saber que su trabajo tiene recompensa.
-Entiendo que satisfecha por el hecho de que Lasarte-Oria sea un municipio más que se suma al Mapa de la Memoria.
– Exacto. Lasarte-Oria pasa a ser uno más en nuestro empeño por impulsar el Mapa de la Memoria. Estamos satisfechos porque hemos dado otro paso y porque hay varios ayuntamientos que tienen el compromiso de sumarse al mapa este mismo año. El objetivo es seguir creciendo. Ojalá éste sirva también para que cunda el ejemplo en los ayuntamientos todavía reticentes. Al final son ellos los que toman la iniciativa. Los que deciden qué poner o no poner. Nosotros estamos a su lado para ayudarles en todo aquello que necesiten. Conocemos los lugares donde han asesinado o herido a personas en la geografía vasca y ahora queremos que esos puntos rojos se conviertan en puntos blancos donde se recoge el recuerdo o la memoria de los ausentes. El color blanco es el color de la esperanza, futuro, convivencia y muchas cosas más.
-¿Cómo valora que haya concejales que no respalden la propuesta?
– A favor de ellos hay que decir que al menos algunos de ellos sí han estado presentes en el Salón de Plenos.
-¿En qué medida reconforta a esos familiares de víctimas el saber que no son los únicos afectados?
– Es muy importante pero no sólo para las víctimas sino también para los ciudadanos de este país. Todos debemos ser conscientes de lo que ha pasado y tener presentes a las futuras generaciones. Es historia contada por gente inocente que ha resultado desaparecida o herida.
EL DIARIO VASCO, 16/2/2010