Una bomba lapa colocada vilmente por unas manos asesinas y cobardes se llevó a su hermano para siempre el 19 de junio de 2009. Un año después, el ertzaina Josu Puelles conserva la dignidad y el arrojo necesarios para plantar batalla a ETA y sus secuaces.
Una bomba lapa colocada vilmente por unas manos asesinas y cobardes se llevó a su hermano para siempre el 19 de junio de 2009. Un año después, el ertzaina Josu Puelles conserva la dignidad y el arrojo necesarios para plantar batalla a ETA y sus secuaces.
—El asesinato de su hermano coincidió con el relevo en el Gobierno de Patxi López, que mañana participará en el homenaje. ¿Observa una mayor empatía hacia las víctimas?
—Digamos que por suerte no he sido víctima en otra época anterior, pero la sensación generalizada entre las víctimas es que antes no se sentían arropados y hoy sí. Obviamente, uno de los pilares de la nueva política vasca es la deslegitimación del terrorismo y el apoyo firme a las víctimas.
—¿Acudirá al acto que el Congreso celebrará el 27 de junio en memoria de las víctimas el terrorismo?
—No hemos recibido ninguna invitación… En cualquier caso, todos los gestos hacia las víctimas son importantes por el significado político que encarnan, que no es otro que la defensa de las libertades y derechos de las personas y la pluralidad de la sociedad. Quien olvida está condenado a repetir su pasado, y en el País Vasco, las víctimas han sido durante muchos años olvidadas e invisibles.
—El consistorio de Arrigorriaga, del PNV, ha acordado poner el nombre de Eduardo Puelles a una plaza del municipio tras meses de negativa. ¿Por qué cree que han reculado?
—Yo quiero creer que es por convicción no sólo política, sino también ética y moral. Agradecemos el gesto de ultimísima hora. El alcalde me escribió diciéndome que estaba orgulloso de ello. Eso les honra y les convierte también un poco en héroes.
—En héroes, ¿por qué?
—Porque cada uno es esclavo de su contexto, y tomar ese tipo de decisiones no es fácil en el nacionalismo. Sabemos que las presiones venían de la propia Junta municipal, de las bases del PNV. Pero creo que esta decisión les da más legitimidad todavía para argumentar sus ideales políticos.
—Eusko Alkartasuna se negó.
—Dijeron que otorgar la plaza a la memoria de Edu puede degenerar en conflictos vecinales y no aporta nada para la paz. Es un razonamiento absurdo, insostenible, pero cuando uno se convierte en el testaferro de ETA y Batasuna, no se es racional. EA es un partido muy minoritario en el País Vasco y esto forma parte de su estrategia para sobrevivir en el panorama político de este país. Ir a fanear a caladeros infestados de piratas sólo lleva al secuestro. Ellos verán.
—¿Es cierto que existe un cambio de actitud en la Ertzaintza ante ETA?
—No es así de simple, nadie encontrará nunca una orden dentro de la Ertzaintza en contra de una detención. Pero quizá sí hubo cierta pusilanimidad entre los responsables políticos anteriores para incentivar a sus fuerzas policiales. O cierta resignación
general. Aún así, lo importante es lo que se está haciendo ahora. La sociedad puede estar segura de que la Ertzaintza trabaja en la lucha contra el terrorismo, otra cosa es que esos resultados se vean o fructifiquen.
ABC, 19/6/2010