ABC – 17/09/15
· El cambio legal «refuerza el Estado de Derecho», para los populares, y es una «chapuza innecesaria» para los demás.
· «El artículo 155 de la Constitución está ahí para proteger a los ciudadanos, recordó la portavoz de UPyD, Rosa Díez.
Sólo los votos populares apoyaron la «reforma exprés» del Tribunal Constitucional –183 sí, 143 no– que «permitirá aplicar sus sentencias» y «refuerza el Estado de Derecho» según el PP, pero es «una chapuza jurídica», «electoralista» e «innecesaria» para el resto de grupos políticos en el Congreso. En un debate bronco y tenso por momentos, las descalificaciones de todo tipo llovieron sobre los populares por su propuesta, por la que les acusó también de instrumentalizar el alto tribunal.
«Nadie debe temer la reforma, salvo quien ha querido atentar contra la unidad de España», explicó el portavoz parlamentario popular, Rafael Hernando, enganchado en un debate con su homólogo del PSOE, Antonio Hernando, jaleados ambos desde las bancadas del PP y los socialistas.
Choque dialéctico
Hernando (PP) recordó a Hernando (PSOE) sus pactos con fuerzas independentistas para desbancar a los populares de algunos ayuntamientos; y criticó la imposibilidad de acordar nada con ellos porque «es muy difícil alcanzar el consenso con alguien que no sabe lo que quiere». El portavoz socialista acusó a los «ministros y ministras de dejar de ser gobierno para formar parte del comité electoral del PP, al frente del cual han puesto al jefe de gabinete del presidente del Gobierno».
Ante las acusaciones del portavoz socialista de instrumentalizar el TC y utilizar electoralmente esta reforma, el popular utilizó el «y tú más», al recordar la «enmienda María Emilia Casas, que hicieron ustedes para prolongar el mandato de una persona de la confianza del PSOE». Pero el choque dialéctico no se redujo a los dos grandes partidos del Congreso: hubo una lluvia de críticas que se unieron a la de Antonio Hernando al señalar que el PP pretendía resolver, por la vía de la «reforma exprés» del TC, un «problema de fondo», el catalán, que necesita otra medicina: «Diálogo».
Pere Macías (Convergencia) señaló la «indignación contenida» por «utilizar Cataluña como instrumento electoral». E hizo una curiosa división entre las leyes «buenas» –las derivadas del consenso, que son «tratadas y dialogadas»– y las que no lo son, como cuando en las Cortes franquistas se «apelaba al imperio de la ley», puso como ejemplo.
Montserrat Surroca (Unió) también se abonó al argumento de la instrumentalización del TC que suponía esta reforma. Joan Coscubiela (La Izquierda Plural) consideró que «el PP ha decidido poner el Congreso al servicio de su candidatura en Cataluña».
«Ahí está el 155»
Pero particularmente dura estuvo la portavoz de UPyD, Rosa Díez, quien ofreció su apoyo «para que se respeten las leyes, pero no para que se escondan tras el TC con una reforma chapucera en el fondo y en la forma e innecesaria». Recordó que existen mecanismos desde el Estado para parar una situación como la planteada en Cataluña, entre ellos «el artículo 155 de la Constitución» que, recordó, «está ahí para proteger a los ciudadanos».
Aitor Esteban, del PNV, criticó la forma en que se traía al Congreso la reforma, a un mes de disolver las Cortes. Y Joan Tardá, de ERC, gritó un «no les tenemos miedo» y avisó que muchos ciudadanos «han desconectado de ustedes, hartos de un Estado que va a la contra». El representante de Compromís, Joan Baldoví, acusó al PP de «legislar con una urna en la cabeza». Únicamente mostró una postura más conciliadora el representante de UPN, Carlos Salvador, crítico con las consecuencias de «nuestra incomparecencia en defensa de la unidad de España, nuestra desunión y el secuestro de los medios de comunicación catalanes».
ABC – 17/09/15