EL MUNDO – 24/12/15
· El líder del PSOE, Pedro Sánchez, acudió ayer a La Moncloa a reunirse con Mariano Rajoy, pero con el no decidido de antemano.
· El secretario general de los socialistas transmitió al presidente que sus 90 diputados no apoyarán de ninguna manera su investidura, ni con su voto a favor ni con su abstención. La postura es diáfana y la tiene clara todo el partido, como confirman fuentes de la dirección y de las distintas federaciones.
Sánchez ni siquiera dio opción a Rajoy en los 40 minutos que duró su entrevista para que el líder del PP le ofreciera contrapartidas. El presidente comenzó a hablarle de la Mesa del Congreso, pero el secretario general del PSOE le expuso claro y desde el principio el análisis de su partido: los españoles optaron el domingo por el cambio y el PSOE no va a «permitir» con sus votos que siga gobernando el PP. «Votar no a Rajoy», dijo, «es cumplir con el mandato de los españoles; es decir sí al cambio».
A partir de ahí, Pedro Sánchez desafió en rueda de prensa a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, y dejó abierta la puerta a pactar con Podemos si Rajoy no consigue ser investido. Y añadió que son «la dirección federal» y él quienes «marcan las líneas políticas».
El secretario general del PSOE mantendrá su no a Rajoy independientemente de las ofertas que reciba y de las presiones que pueda sufrir. Las posibilidades de un acuerdo para que Rajoy repita son «nulas», dijo Pedro Sánchez a los periodistas.
En la rueda de prensa celebrada tras la reunión de Moncloa, el secretario general marcó distancias con Susana Díaz y con buena parte del partido, que rechaza pactar con Podemos. Díaz dijo el martes que España está abocada a nuevas elecciones si Rajoy no consigue formar Gobierno y que el PSOE debe huir de «oportunismos» y de «aventurismos» políticos, en referencia a buscar un complejo pacto de investidura.
La presidenta defiende que el PSOE no debe sentarse a negociar «con fuerzas políticas que están planteando la ruptura de España», como explican en su entorno. Y ahí incluye a Podemos, que ha puesto el derecho de autodeterminación de Cataluña como una de sus condiciones para apoyar al PSOE.
Sin embargo Sánchez, ayer, consideró que las elecciones anticipadas deben ser «la última posibilidad». Antes explorará «todas las opciones» para conseguir «un Gobierno de cambio, progresista y que practique el diálogo». No entró a hablar de si él tratará de encabezar esa alternativa, porque ahora debe ser Rajoy el que trate de ser presidente. «Paso a paso, la democracia funciona; debemos tener confianza», dijo. Como reiteró por la noche en Tele 5, si Rajoy no lo consigue el PSOE intentará «cumplir el mandato de los ciudadanos» y articular ese «Gobierno de cambio».
«Las elecciones deben ser la última de las opciones», enfatizó dirigiéndose a propios y extraños. «El interés general del país debe primar sobre el partidista de esta formación o de las demás», añadió como advertencia a Díaz y a los barones críticos.
Preguntado por la línea discrepante que marcó el martes Susana Díaz desde Sevilla, Sánchez le lanzó un mensaje claro y rotundo. «Comprendo y comparto muchas de sus manifestaciones», dijo, pero «ella tiene cultura de partido y sabe que es la dirección federal y mi persona quienes marcan y proponen las líneas políticas». Esa «responsabilidad», añadió, «yo la voy a cumplir».
Estas palabras desafiantes soliviantaron a Díaz y a buena parte de los dirigentes territoriales del PSOE. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, le respondió desde La Sexta que es el Comité Federal –que se reúne el lunes– el órgano que dirige la política de pactos, no el secretario general. De la misma opinión es Díaz y todos los barones.
El posible pacto con Podemos está creando una fuerte tensión interna en el partido. Varios dirigentes autonómicos intentarán que el Comité del lunes apruebe como «línea roja» que el PSOE no pacte con los partidos que defiendan la ruptura de la unidad de España o de la soberanía nacional. Fuentes de estos barones aseguran que las condiciones anunciadas por Pablo Iglesias para negociar –especialmente el derecho a decidir– les parecen inasumibles.
Sánchez también rechazó ayer que Iglesias esté trazando «líneas rojas» antes de empezar a hablar de acuerdos. Frente a ellas, aseguró, él quiere «tender puentes de diálogo, de acuerdo, que es precisamente lo que quieren los españoles».
Sánchez también defendió en su comparecencia que el PSOE «no va a aceptar que se trocee la soberanía nacional». Fuentes próximas al líder socialista creen que la posición de Podemos es «maximalista y de inicio» y confían en que dentro de unas semanas rebaje sus pretensiones. «El tercero no puede imponer a los demás sus condiciones», aseguraron. En Ferraz, el equipo de Sánchez espera que tras la Navidad sea más fácil acercarse a otros partidos. Y piensan en Podemos, Ciudadanos, el PNV e Izquierda Unida.
Antes, Sánchez tendrá que conseguir la paz interna en el Comité Federal del partido, que puede ser tormentoso. Ayer, y después de su rueda de prensa, el líder socialista acudió a la casa de Felipe González para comer con él. Hasta ahora, el ex presidente ha sido uno de sus mejores aliados frente a Díaz, ya que le ha defendido con algunas de las decisiones más difíciles que ha tomado.
EL MUNDO – 24/12/15