Un Gobierno con contrato temporal

EL CONFIDENCIAL  04/02/16
ROSA DÍEZ

· La santísima trinidad (PP/PSOE/C’s) tiene una alternativa mejor: una coalición temporal entre PP y PSOE basada en un programa con objetivos concretos y que no incluiría ni a Rajoy ni a Sánchez

Los días van pasando y seguimos igual que al día siguiente de las elecciones del 20-D. Bueno, igual no, mucho peor; porque mientras se deteriora la situación política en España -los datos del paro siguen siendo preocupantes, bajan alarmantemente las cotizaciones a la Seguridad Social, se confirma y avanza la pulsión golpista en Cataluña, los casos de corrupción política siguen ocupando las portadas, crece la desigualdad entre españoles…-, los dirigentes de los partidos políticos elegidos por los ciudadanos para dirigir el país siguen jugando al mus.

Parece que los cuatro jugadores que se han hecho con la baraja están ‘tan a gustito’, cómodamente sentados alrededor de la mesa y compitiendo entre ellos a ver quién engaña mejor, quién es el más trilero. Pero yo creo que los españoles no podemos seguir mucho más tiempo así; y puesto que quienes tienen la responsabilidad y los votos para proponer un Gobierno prefieren seguir pasándose señas y engañando al oponente, voy a animarme a hacer una proposición viable y respetuosa con el sentido del voto de los españoles. Ahí va.

Si nos atenemos a lo publicado en distintos medios de comunicación, parece que los que diseñan líderes y organizan gobiernos desde los despachos son partidarios de la santísima trinidad: (PP/PSOE/C’s). Sin embargo, yo creo que ese trío tiene una alternativa mejor para España, que sería una coalición temporal (como el 90% de los contratos que se firman en nuestro país), instrumental y política entre el PP y el PSOE. El acuerdo debiera basarse en un programa de Gobierno con objetivos concretos y tiempo tasado, y no incluiría ni a Rajoy ni a Pedro Sánchez.

El programa de este Gobierno debe abordar los problemas que ambos partidos se han negado a enfrentar en serio en las dos últimas legislaturas e incluir los siguientes compromisos:

Proponer la reforma de la Constitución en un sentido federal cooperativo para racionalizar este Estado insostenible, atajar el avance del separatismo y garantizar la igualdad entre españoles.

Reformar ya la Ley Electoral para establecer un sistema más proporcional y equitativo.

Reformar la Justica, deshaciendo todas la aberrantes ‘reformas’ de esta legislatura, para instaurar una justicia independiente y con medios, capaz de dar respuesta a las demandas de los ciudadanos y de enfrentar la corrupción de raíz y con diligencia.

Suspender la entrada en vigor, o derogar en su caso, las leyes fundamentales votadas exclusivamente por el PP la pasada legislatura y que han tenido una gran rechazo social, tales como la LOMCE, Ley Mordaza o la Reforma Laboral.

Esta coalición de Gobierno obedecería al mandato de las urnas y sería lo menos que pueden hacer para arreglar sus incontables desaguisados y atropellos

Como digo, este Gobierno excluiría tanto a Rajoy como a Sánchez. Ambos han protagonizado derrotas sin paliativos de sus respectivos partidos y las semanas transcurridas desde las elecciones han puesto en evidencia que ninguno de ellos sirve para liderar el Gobierno que España necesita. Ambos han demostrado que su único programa de gobierno es “seré presidente como sea”, algo que España no se puede permitir.

Este Gobierno que propongo tendría la ventaja de contar con apoyo parlamentario más que suficiente (210 diputados) para abordar las grandes reformas políticas que la situación requiere. Además, contrarrestaría el riesgo que conlleva un tripartito, que solo puede beneficiar a Podemos, al dejarles como la única oposición visible al ‘sistema’.

Esta coalición de gobierno, sin ser óptima en absoluto e incluso siendo solo un mal menor, obedecería escrupulosamente al mandato de las urnas el 20-D y sería lo menos que pueden hacer PP y PSOE para arreglar en cierta medida sus incontables desaguisados y atropellos, pagando el precio de tener que colaborar por esta vez en algo constructivo sin culparse mutuamente por sus corruptos e ineptitudes.

Esta coalición tendría fecha de caducidad: lo que dure el proceso de reformas que se proponen, que con tal mayoría parlamentaria no superaría los dos años

Finalmente, esta coalición de gobierno tendría fecha de caducidad: lo que dure el proceso de reformas que se proponen, que con tal mayoría parlamentaria no superaría los dos años. Y en ese momento se convocarían nuevas elecciones para abrir un proceso constituyente y dar paso a una nueva etapa política en la que España pueda organizarse como una nación moderna y europea, con un modelo de Estado viable y sostenible, capaz de garantizar la igualdad y la convivencia de todos los españoles.

Bueno, pues esta es la propuesta de una ciudadana preocupada por el presente y el futuro de España. Una propuesta política en que la aritmética es instrumental y en que la política adquiere el protagonismo debido. Una propuesta política para españoles sin complejos. Ahí queda.

PD. Escribo esta reflexión unas horas antes de que el Rey encargara a Pedro Sánchez que forme Gobierno. La primera reacción del candidato designado (pedir tres o cuatro semanas para negociar posibles socios) me permite concluir que el Rey se ha equivocado al hacer esa propuesta: no debía proponer a nadie mientras no exista una mayoría trabada. Es la única función que tiene el jefe del Estado y la ha malbaratado, pues debía haberla usado para obligar a un acto de responsabilidad a Sánchez y a Rajoy. 

*Rosa Díez, exdiputada de UPyD y exportavoz parlamentaria.