La declaración presentada por el PSE expresa el rechazo del consistorio al plan Ibarretxe por entender que «cuestiona la legalidad» y es «excluyente para los vascos no nacionalistas». El PP apoyó la propuesta, que aboga por «ampliar el consenso, profundizar el autogobierno y pactar las reformas».
El pleno del Ayuntamiento de San Sebastián se opuso ayer por mayoría absoluta al plan Ibarretxe y pidió «un diálogo sin exclusiones» para ampliar el consenso sobre el autogobierno vasco con los votos del PSE-EE y del PP. A pesar de ser los promotores iniciales de la iniciativa, los concejales populares finalmente apoyaron la enmienda de los socialistas vascos -que fue explicada por el alcalde Odón Elorza- por la que se pedía a la corporación que, además de expresar el rechazo al plan Ibarretxe, se apostara por un «diálogo sin exclusiones» para «profundizar en el autogobierno» o para «pactar las reformas» de la Constitución y del Estatuto.
La declaración presentada por el PSE expresa el rechazo del consistorio al plan Ibarretxe por entender que «cuestiona la legalidad» y es «excluyente para los vascos no nacionalistas».
La corporación donostiarra aprobó el texto con el respaldo del equipo de gobierno socialista y del PP, frente a los votos en contra del PNV, EA y la portavoz de Ezker Batua, Duñike Agirrezabalaga, que presentaron un documento alternativo conjunto, favorable a la propuesta del lehendakari, pero que no salió adelante.
«La negación el pacto»
Con el texto aprobado, la corporación manifiesta su «desaprobación» al proyecto de nuevo estatuto al representar «un paso atrás en el camino recorrido por todos los demócratas en la búsqueda de un marco de convivencia y una negación del pacto alcanzado en el Estatuto de Gernika que significó, hace 25 años, un punto de encuentro entre las diferentes sensibilidades identitarias de los ciudadanos vascos». El Ayuntamiento, además, expresa su apuesta «por el respeto al marco constitucional, el diálogo sin exclusiones y la búsqueda del amplio consenso, como única forma posible de culminar con éxito la profundización del autogobierno o cualquier reforma pactada de la Constitución y el Estatuto de Gernika».
La portavoz del PP, María José Usandizaga, anunció durante el debate plenario la retirada de su propuesta para adherirse al documento del PSE y rechazar un plan «secesionista» y «aprobado con los votos de ETA», organización que ejerce «un control macabro» sobre el «proyecto perverso del lehendakari». Los populares también consideraban en su propuesta que «el plan secesionista de Ibarretxe no es una reforma del actual Estatuto de Gernika, sino que pretende ser un documento fundacional de un nuevo ente, separado de España, lo que supone la ruptura de hecho de la Comunidad Autónoma Vasca con el resto de España».
A su vez, la enmienda a la totalidad presentada por el PNV, EA y Ezker Batua, y que salió derrotada, manifestaba su adhesión al proyecto de nuevo estatuto político y destacaba que «es legal, legítima y democrática, y está abierta a la negociación».
Los firmantes de la moción pedían al Ayuntamiento que instara al Congreso a que «se posibilite la apertura del proceso de diálogo y negociación con las instituciones vascas ofrecido por el Parlamento y el Gobierno Vasco, sobre la base del derecho de la sociedad vasca a decidir su futuro y de un pacto de convivencia entre Euskadi y España». La moción también exigía a ETA el abandono definitivo de la violencia.
EL DIARIO VASCO, 23/2/2005