EL MUNDO – 01/03/16
· El partido activa el mensaje de que la inestabilidad frena las perspectivas económicas.
· El PP comienza a ver el final de la fase Sánchez, el declive del momento de gracia del candidato socialista tras las negociaciones que ha mantenido para intentar formar Gobierno.
Con el previsible fracaso de su investidura esta semana, Génova espera que el líder del PSOE salga notablemente «debilitado». Y junto a él, el dirigente de Ciudadanos, Albert Rivera.
El próximo lunes, aseguran fuentes del PP, estaremos de nuevo en la casilla de salida, igual que el día después de las elecciones. Pero ahora, hasta que la iniciativa política vuelva a ser de Mariano Rajoy, el partido está centrando todos sus esfuerzos en deslegitimar el acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos y en destacar su «incoherencia». Sobre todo, después del intento de acercamiento –ya frustrado– de Pedro Sánchez a Podemos. En Génova compareció ayer la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy, que transmitió la idea de «engaño». De Sánchez y Rivera a sus respectivos votantes, y también entre ellos.
También se abre paso el mensaje de que la inestabilidad política está contribuyendo a la rebaja de las perspectivas económicas de España. Cada vez esta idea está más presente en las valoraciones de dirigentes populares. Ayer, aprovechando que la agencia Moody’s tilda de «negativo» el pacto PSOE-C’s, Levy volvió a apuntarlo.
En la dirección del PP consideran que a partir de la semana que viene Sánchez estará «en manos de Podemos» y, además, tras fracasar su investidura, «más débil para negociar». Por eso ahora, transcurrida la segunda votación el día 4, sólo contemplan una posibilidad de formar Gobierno: PSOE+Podemos, con la abstención de Ciudadanos. Y les parece muy peregrina por la evidente incompatibilidad entre las propuestas de Pablo Iglesias y Albert Rivera.
Convencidos de que la salida final serán nuevas elecciones, los populares se preparan para afrontar a partir del lunes el momento de Rajoy. No creen que haya ninguna posibilidad de formar Gobierno junto al PSOE, pero opinan que se les brinda una nueva oportunidad de escenificar el intento. La presión de la abstención pasa a ser otra vez de ellos. En ese sentido, está pendiente de decidir cómo abordar una nueva negociación después de las críticas de inmovilismo que se cosecharon durante la primera fase.
Aunque en el PP no se han ahorrado críticas a Rivera, creen que será posible reconducir la relación con él. De todos modos, la sensación en la dirección del partido es que el líder de Ciudadanos se ha equivocado en su acuerdo con el PSOE y les ha dejado libre todo el espacio del centroderecha. La campaña electoral con respecto a Ciudadanos, señalan, ya está hecha. Sólo bastará con recordar su voto a favor en la investidura fallida de Sánchez. Ahora, sostienen, se trata de aguantar las próximas semanas. Dos meses, añaden, que serán igual de duros para todos.
EL MUNDO – 01/03/16