ABC – 16/03/16
· Felipe González Autor del prólogo, aseguró: «Tienen que liberar a los presos, si no, no habrá interlocutores»
· «Leopoldo López es un héroe de nuestro tiempo, un héroe civil, un hombre de paz, un idealista», afirmó ayer con vehemencia el escritor Mario Vargas Llosa, durante la presentación en Madrid del libro «Preso pero libre» (Península), escrito por el opositor venezolano en la celda en la que se encuentra preso por el chavismo desde hace ya más de dos años.
«El libro lo pinta de cuerpo entero, como los modelos que él admira: Gandhi, Luther King, Mandela y, sobre todo, Cristo», continúo el Nobel de Literatura que destacó el tono del texto, «en el que no hay una pizca de rencor contra los culpables de que esté en la cárcel. Respira amor hacia Venezuela, su familia, amigos… Y muestra su pasión por la democracia y la libertad que vivió su país con Romulo Betancourt (presidente entre 1959-1963)», indicó el escritor ante un auditorio multitudinario, en la sede de la Comunidad de Madrid. «La Casa de Correos se ha convertido hoy en la casa de la libertad», matizó la anfitriona de la velada, Cristina Cifuentes.
En el volumen «Preso pero libre» se han podido reunir –en pedazos de papel extraídos de manera clandestina de la cárcel– los pensamientos, reflexiones y sentimientos de Leopoldo López desde que fue confinado en una celda de aislamiento en la prisión militar de Ramo Verde, acusado de cargos falsos y sentenciado a casi 14 años en un juicio lleno de irregularidades.
Fiera herida y peligrosa
A través de casi 300 páginas, el político da testimonio «sin amargura ni pesimismo, con un inmenso dolor pero también con optimismo» de que el régimen tiene los días contados y que hay otra Venezuela en marcha. «El régimen se está desplomando por su propia incapacidad de dar respuesta a los apetitos de los venezolanos. No va a durar», aseguró Vargas Llosa, que alertó de que «las fieras heridas son más peligrosas que las sanas. Y tanto la vida de Leopoldo López como la de los otros 78 presos políticos peligran. Las primeras víctimas –subrayó– serán los que están en los calabozos. Por eso debemos seguir movilizándonos y denunciando las injusticias». Concluyó su intervención deseando la pronta liberación de López «para liderar la reconstrucción del país, el derecho a la libertad y a la democracia».
El expresidente Felipe González, autor del prólogo y muy comprometido con los presos políticos de Venezuela –como Antonio Ledezma, en la actualidad bajo prisión domiciliaria–, abogó por buscar una salida a la terrible situación que vive el país a través del diálogo entre la oposición y el régimen. «Y para eso tienen que liberar a los presos, porque, si no, no habrá interlocutores».
González se refirió detalladamente a la manipulación que está llevando a cabo Maduro del Tribunal Supremo de Justicia para recortar las competencias de la Asamblea Nacional, dominada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pero que «no tiene la capacidad de legislar ni de controlar al Gobierno. Por eso pido a la oposición que dialogue con el aparato productivo y el aparato Ejecutivo. Va a ser difícil –indico–, pero sería la manera de evitar una implosión social si no se toman medidas. Es urgente que se tomen decisiones», reclamó el expresidente. «Venezuela, el país más rico de América, es un estado fallido en el que lo único que se ha cultivado es el rencor».
Cerro el acto, la esposa de Leopoldo López, Lilian Tintori, que, en palabras de Vargas Llosa, se ha convertido en «una lideresa de la democracia en su país». Recibida entre aplausos y bravos, y ante dos banderolas con el rostro de su marido, afirmó que «esta no es la cara de Leopoldo, es la de Venezuela, porque hoy Leopoldo no está preso solo. Todos nosotros lo estamos con él».
Y se refirió a aquellos que sufren el exilio, como el padre del opositor y otros venezolanos. Tintori leyó ante el amplio público, que desbordó las previsiones iniciales, algunos fragmentos del libro acompañada, sobre el escenario, por dos exiliados, los padres de su marido y, por último, sus dos hijos, que no dejaron de corretear durante el acto. «Este libro recoge el alma de Leopoldo y el alma de Venezuela», concluyó entre aplausos y gritos de «Libertad», acompañados por el himno venezolano.
Entre los asistentes se encontraban, entre otros, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Tampoco faltó a la cita la novia del premio Nobel, Isabel Preysler.
ABC – 16/03/16