ABC 09/09/16
· El PP aspira a ganar en Galicia con 40-41 diputados. El PNV repetiría su victoria de 2012 en el País Vasco
· El PSOE culpa a los «cocineros» del CIS de sus malas perspectivas ante la cita del 25-S
Desde la página 1 El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, afronta la campaña de las elecciones autonómicas del 25 de septiembre en disposición de revalidar su mayoría absoluta, según el barómetro hecho público ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). En el País Vasco, el lendakari Íñigo Urkullu repetirá su victoria de hace cuatro años, pero tendrá que pactar para gobernar. De acuerdo con el sondeo del CIS, al PNV no le valdría en esta ocasión con los diputados del PSE, cuya representación parlamentaria quedaría reducida a la mitad, y necesitaría también el apoyo del PP.
Más allá de la mayoría absoluta de Feijóo, que otros sondeos ponen en duda, y la victoria en minoría del PNV, el dato más llamativo de la encuesta preelectoral es el desplome del PSOE de Pedro Sánchez, que da un paso más hacia la irrelevancia. Los socialistas vascos, que en 2009 llegaron al poder con el apoyo del PP, pasarían a ocupar la cuarta posición, igualados en escaños con la candidatura liderada por Alfonso Alonso, y por detrás de Bildu y Podemos.
«Buenos cocineros»
En Galicia, la irrupción del partido de Pablo Iglesias, que concurre bajo las siglas de En Marea, podría desplazar al PSdeG al tercer lugar. Ambas formaciones inician la campaña empatadas: el CIS atribuye un 19,9 por ciento de los votos a las candidaturas lideradas por Xoaquín Fernández Leiceaga y Luis Villares. En la asignación de escaños los socialistas gallegos obtendrían 16, y En Marea, entre 15 y 17.
Lejos de plantear la necesidad de un cambio de rumbo en la estrategia electoral, el portavoz del grupo socialista en el Congreso, Antonio Hernando, culpó a los «cocineros de las encuestas». «Estamos curados de las encuestas en general y de las del CIS en particular –dijo Hernando–. Vamos a esperar al día 25».
La candidata en el País Vasco, Idoia Mendia, tampoco está preocupada: «En Euskadi somos famosos porque tenemos muy buenos cocineros y cocinando somos de los primeros del mundo. Y me ha sorprendido saber que también lo somos en la cocina de las encuestas». El gallego Leiceaga se agarró al alto número de indecisos, en torno al 25 por ciento: «Si somos capaces de convencerlos, podremos liderar el cambio».
Si se cumple la encuesta del CIS, Feijóo obtendrá su tercera mayoría absoluta consecutiva y se mantendrá como el único presidente autonómico que podrá gobernar en solitario. Ni siquiera la irrupción de Ciudadanos, que podría entrar en el Parlamento gallego con un diputado, inquieta el liderazgo del candidato del PP.
Feijóo tiene ahora el favor del 44,9 por ciento del electorado, lo que supondría entre 40 y 41 diputados, entre dos y tres más de los 38 requeridos para la mayoría absoluta. «Conseguir una tercera mayoría es un sueño; pero los sueños, sueños son», dijo ayer Feijóo, que minimizó el valor de las encuestas al subrayar que «solo en las urnas» se ve «el resultado» electoral que vale.
PSdeG y En Marea, que integra a Podemos, Anova, EU y Equo, se disputarán la segunda plaza. Los socialistas gallegos solo han cedido esta posición en tres ocasiones desde 1981. Los nacionalistas del BNG, por su parte, caerían de los 7 diputados que consiguieron en 2012 a 2, que supondría su peor resultado en treinta años.
Urkullu debe pactar
En el País Vasco, el PNV repetiría como primera fuerza política con el 37,9 por ciento de los votos y entre 27 y 28 escaños. En la actualidad, el PNV cuenta con 27 parlamentarios en la Cámara vasca. Urkullu obtendría al menos 11 parlamentarios más que Bildu, la segunda fuerza, pero el lendakari se queda lejos de los 38 necesarios para la mayoría absoluta. Con este escenario, el partido jeltzale no llegaría a la presidencia ni con el apoyo de los 8 diputados del PSE. En el mejor de los casos, el PNV se quedaría en 36 escaños. Urkullu dependería también de los escaños del PP. El dirigente popular Iñaki Oyarzábal destacó ayer que el «descalabro» socialista y el hecho de que Ciudadanos se quede fuera del Parlamento Vasco hacen que el PP pueda ser «determinante» en la próxima legislatura. Según Oyarzábal, los populares vascos están en disposición de quedar por encima del PSE por primera vez desde 2001. El PNV podría conseguir también la mayoría absoluta tanto con los improbables pactos con Bildu como con Podemos.
Los 15-16 diputados que le atribuye el CIS a Podemos no solo hunden al PSE, sino que acercan a su candidata, Pili Zabala, a Bildu, cuya segunda posición dependerá de un puñado de votos. De momento, a poco más de dos semanas del 25-S, la vieja Batasuna cuenta con el respaldo del 20,2 por ciento del electorado. Con este resultado, Maddalen Iriarte obtendría 16 escaños, cinco menos que los que logró Laura Mintegi en 2012. Podemos sería votado por el 18,9 por ciento.
El PSE caería a la mitad
La caída de los socialistas vascos es mayor que la de Bildu: Idoia Mendia se conformaría con la mitad de los 16 diputados que consiguió hace cuatro años Patxi López, que ya perdió 9 escaños respecto a 2009, cuando ocupó la presidencia autonómica. Los socialistas superarían en dos puntos porcentuales al PP, liderado por Alfonso Alonso, que obtendría el 8,8 por ciento de los votos y 8 escaños. Ciudadanos no lograría heredar todo el voto de UPyD y se quedaría sin representación.
Pese a este reparto de fuerzas, no se producirá una situación de bloqueo como la que afecta al Gobierno de la nación. Según el sistema vasco para investir presidente, si en la primera votación de la Cámara ningún candidato lograra los votos necesarios para la mayoría absoluta, se celebraría una segunda ronda en la que cada uno de los parlamentarios debe decir el nombre del candidato al que apoyan o abstenerse. No pueden votar «no». Gana la investidura el candidato que más veces ha sido nombrado.