Así se da como probado en la sentencia por la que cinco islamistas han sido condenados a un total de 35 años de prisión por reclutar combatientes para la yihad. La Audiencia Nacional va más allá en la vinculación con Al Qaeda de las redes islamistas asentadas en España que lo que fue la propia sentencia por los atentados de Madrid.
La red islamista radicada en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) que ayudó a huir a Mohamed Belhad -un supuesto autor del 11-M- y apoyó en Irak a Bellil Belgacem -un suicida que mató a 28 personas en Nasiriya- «seguía los métodos y las consignas de Al Qaeda» y daba cobertura a terroristas «que ejecutaban atentados en Europa asesinando e hiriendo a personas en actos indiscriminados de carácter terrorista». Así se da como hecho probado en la sentencia por la que cinco islamistas que estaban en libertad han sido condenados a un total de 35 años de prisión por reclutar combatientes para la yihad.
El tribunal de la Audiencia Nacional que ha juzgado a la red, que estuvo presidido por Javier Gómez Bermúdez -que también juzgó a los acusados del 11-M-, va más allá en la vinculación con Al Qaeda de las redes islamistas asentadas en España que lo que fue la propia sentencia por los atentados de Madrid (191 muertos y unos 3.000 heridos).
En el primer párrafo de hechos probados asegura que fue durante las investigaciones tras los atentados contra los trenes de Madrid cuando fueron identificadas «varias redes, formadas por pequeños grupos conectados internacionalmente, que seguían los métodos y las consignas de Al Qaeda y que estaban dispuestas a reclutar activistas para intervenir en diversos espacios contra intereses occidentales».
«Entre esas redes» ligadas a Al Qaeda, continúa, operaba la de Santa Coloma desde un piso que se denominaba la Fortaleza (Alkalaa), que funcionaba bajo los auspicios espirituales de un imán y exorcista. Desde allí, durante los años 2004 y 2005, sus integrantes dieron «cobijo, cobertura económica y facilitaron la salida del país a individuos que habían intervenido en los atentados del 11-M».
Mohamed Belhad, «que había tenido alguna participación en la matanza de Madrid», estuvo entre ellos. Fue quien alquiló el piso de Leganés (Madrid) en la que se suicidó «el núcleo del comando autor del 11-M», según la expresión utilizada por el entonces ministro del Interior, Ángel Acebes (PP). Belhad fue dado por muerto en un atentado suicida en Irak, pero posteriormente fue localizado en Siria y extraditado a Marruecos, donde permanece en prisión.
La Sala de lo Penal de la Audiencia condena a nueve años de cárcel a Omar Nakhcha por integración en organización terrorista, precisamente por haber apoyado a Belhad, a quien entregó «un pasaporte falso y 700 euros» para que se fuera de España «inmediatamente después del 11-M». Luego lo visitó en Amberes en 2005, donde lo invitó a marcharse a Irak. En el camino, ya en Siria, fue apresado. También han sido condenados Saffet Karakoc (8 años) como supuesto jefe del grupo de Nakhcha, pero al que se califica como más radical que éste.
Nakhcha, además, le hizo llegar dinero en varias ocasiones a través de Hassan Hssisni, «quien moriría en Faluya [Irak]». Otro que pasó por ese piso de Santa Coloma fue Bellil Belgacem, quien «murió ejecutando un atentado suicida contra el cuartel de los Carabineros en la ciudad de Nasiriya, el 12 de noviembre de 2003». Murieron 28 personas. Los dos perpetraron sus atentados a las órdenes de Abu Musab Al Zarqawi (muerto en junio de 2006), el navajero jordano que acabó siendo el jefe de la Al Qaeda en Irak. Belgacem habría sido inducido al crimen por Mohamed Mrabet Fashi, condenado a 7 años
Los jueces, no obstante, rechaza la confesión de Abu Omar Alkourdi, responsable operativo de la red de Al Zarqawi que dio estos detalles sobre Hssini y Belgacem, porque su confesión fue obtenida por agentes italianos en la cárcel de Abu Ghraib y por la CIA en la de Camp Cropper, ambas en Bagdad y consideradas «espacio de no derecho, al margen de la legalidad internacional».
El reclutador, el huido y el terrorista suicida
– Omar Nakhcha, marroquí de 29 años, condenado a nueve años por integración en organización terrorista, facilitó un pasaporte y dinero a Mohamed Belhad, implicado en los atentados del 11-M, para que huyera de España y se marchara a Irak. Posteriormente, ya en 2005, lo visitó en Amberes y le ayudó con más dinero. En agosto de ese año, protegió a un experto en explosivos argelino y organizó su traslado a Barcelona, donde le dio cobertura.
– Mohamed Belhad, marroquí, fue la persona que alquiló el piso de Leganés donde se suicidó el comando del 11-M. Estuvo en la casa de Santa Coloma de Gramanet y pudo escapar. Tras huir y esconderse en Bélgica, se marchó junto a varios islamistas a Turquía, desde donde pasó a Siria para ponerse en contacto con la red iraquí de Al Zarqawi. Fue detenido en Damasco y mientras estuvo preso se le dio por muerto en suicidio en Irak. Ahora está preso en Marruecos.-
– Bellil Belgacem, de nacionalidad argelina, fue barrendero en Sigtges, albañil en Vilanova y carnicero en Santa Coloma. Desde esta ciudad, con apoyo de la red ahora condenada, que lo reclutó y lo radicalizó, partió hacia Irak, donde junto a otro terrorista ejecutó un atentado suicida contra el cuartel Maestrale de los Carabineros en la ciudad de Nasiriya, el 12 de noviembre de 2003. Lo hizo a las órdenes de Al Zarqawi, jefe hasta su muerte de Al Qaeda de Mesopotamia.
EL PAÍS, 14/1/2010