Un Ejecutivo que estrena nueva etapa en el PP

EL MUNDO 03/11/16

· El partido está a la espera de que Rajoy haga movimientos justos pero trascendentes

Mariano Rajoy cerró ayer por la tarde la composición de su Gabinete tras dos días de consultas con distintos dirigentes del PP y personas de su máxima confianza como la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría. Las dos, según fuentes del PP, han defendido ante el presidente mantener intacto su poder actual. En el caso de Cospedal, seguir al frente del partido, aunque forme parte del nuevo Gobierno. Y en el de Sáenz de Santamaría, continuar con todas sus competencias –vicepresidenta, ministra de Presidencia y portavoz del Gobierno, además del control del CNI–.

Fuentes populares daban ayer por hecho la entrada de Cospedal en el nuevo Ejecutivo, con la posibilidad de dirigir un macroministerio que la obligaría, pese a sus intenciones, a abandonar la Secretaría General del PP. La vicepresidenta, según las mismas fuentes, podría perder la portavocía. Estas son las opciones que se han barajado, a falta de que hoy Rajoy comunique al Rey la composición de su Gabinete.

Ayer por la tarde, el presidente acabó de tomar todas las decisiones pendientes y se espera que hoy por la mañana llame a sus nuevos ministros. Probablemente ya se ha puesto en contacto con los descartes y ha pactado con ellos una salida, según aseguran las fuentes consultadas. No obstante, en el entorno de algunos ministros se manifestó ayer que seguían «muy tranquilos».

En el PP persisten las especulaciones sobre las posibles salidas de Jorge Fernández Díaz (Interior), José Manuel García-Margallo (Exteriores) y Pedro Morenés (Defensa). En el caso de Fernández Díaz, sus propios compañeros creen que no continuará desde que en junio pasado –en plena campaña electoral– trascendieron las comprometidas grabaciones en las que instaba a investigar a políticos catalanes.

El posible relevo de Margallo es fruto de un proceso más lento. Cuestionado en el partido y enfrentado a la vicepresidenta, su distanciamiento personal con Rajoy puede ser el elemento definitivo. Fuentes populares han visto en el hecho de que no participara en la reciente reunión entre el presidente y la primera ministra británica, Theresa May, la prueba de la pérdida de confianza.

Pedro Morenés, según las fuentes consultadas, habría transmitido a Rajoy que no quiere seguir en el cargo.

La sensación interna es que habrá «cambios». Algunas fuentes apuntan más a calidad que a cantidad. Pocos movimientos pero trascendentes. «Lo suficiente para que se note», señalan.

Fuentes del partido daban ayer por sentado que el presidente ha asumido «que necesita personas bien vistas en sectores mediáticos, económicos y políticos».

La formación de este Gobierno es singular por varios motivos. No sólo debe convencer a los propios, sino que por primera vez también debe resultar asumible para los partidos de la oposición –PSOE y Ciudadanos–. El PP necesita el concurso de los socialistas para poder aprobar en el Congreso la agenda de reformas planteada por Rajoy: revisión del sistema de pensiones, pacto educativo, nuevo modelo de financiación autonómica, mercado laboral, diálogo social y el asunto catalán.

La elección de los ministros, su perfil, condicionará la interlocución con PSOE y con Ciudadanos y el éxito o fracaso de una legislatura con 137 diputados que todos reconocen muy complicada.

Pero, además, en este Gobierno está el germen de la nueva etapa que se abre en el PP con la convocatoria del próximo congreso. El edificio del partido necesita de una urgente rehabilitación y rediseño y en el PP se da por hecho que los movimientos que haga ahora Rajoy están vinculados a los planes de futuro que tenga para la formación. El hecho de que algunos dirigentes permanezcan en sus puestos también puede resultar indicativo.

En el PP esperan una reorganización profunda del Gabinete vinculada a esta nueva etapa, donde tienen pendiente reformular su proyecto político social y económico. Fuentes del partido señalaron ayer que, además de un nuevo organigrama, habrá «más ministerios».

En la nueva estructura resulta vital la reorganización del área económica. En el PP apuntan que no se creará una vicepresidencia económica y ven factible la continuidad tanto de Cristóbal Montoro como de Luis de Guindos, aunque están enfrentados. En Exteriores se sigue especulando con los nombres de Jorge Moragas e Íñigo Méndez de Vigo.


PUIGDEMONT FELICITA A RAJOY

Una reunión sin fecha. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, llamó ayer al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para felicitarle por su investidura y ambos quedaron en hablar más adelante, una vez se haya constituido el nuevo Ejecutivo, sin concretar aún una reunión.

Llamada de cortesía. Fuentes de la Generalitat afirmaron que la llamada fue «cordial» y de tipo «protocolario», con el fin de felicitar a Rajoy por su toma de posesión como presidente.

Diálogo. Puigdemont mantiene la voluntad de dialogar – pese a la frontal oposición de Rajoy al proceso soberanista – y afirmó que pedirá más adelante una entrevista con él para trasladarle que la oferta de un referéndum soberanista acordado no caduca.