Nuevo acuerdo entre el PSOE y el PP. Esta vez ha sido en Asturias, comunidad gobernada por el presidente de la Gestora socialista, Javier Fernández. El apoyo de los populares servirá para sacar adelante los Presupuestos para el próximo año.
De nuevo en el Principado los socialistas no han logrado pactar con la izquierda –Podemos e IU– y lo han hecho con la derecha, reeditando un acuerdo que en 2015 permitió también al PSOE sacar adelante las cuentas. Entonces, como recordó ayer la presidenta del PP asturiano Mercedes Fernández, «la situación era muy distinta a la de ahora». Precisamente por ello, en su comparecencia para anunciar el acuerdo, y a preguntas de los periodistas, la líder de los populares asturianos quiso despejar con un «rigurosamente no» cualquier sospecha de intercambio con el PSOE, cuya abstención facilitó la investidura de Mariano Rajoy, que ahora espera de los socialistas el respaldo a sus propios Presupuestps. Desde el PSOE asturiano dijeron que esta posibilidad de «mera conjetura ni veraz ni seria».
Sin embargo, la oposición no lo ve de igual forma. Podemos, los más críticos con este acuerdo, lo calificaron de «reparto del Gordo y la pedrea» para reeditar un pacto que «ya existía» con el que los populares, dijeron, «devuelven el favor de la investidura de Mariano Rajoy», en palabras de su portavoz en el Parlamento, Emilio León.
Pero el acuerdo, que hoy se hará efectivo en un Pleno, tiene su contrapartida para el PP, que ha logrado rebajar el Impuesto de Sucesiones que se aplica en el Principado, y que hasta la fecha era uno de los más altos del país.
No se ven así cumplidas todas sus expectativas que, al menos en campaña electoral, se centraron en eliminar ese impuesto, pero sí al menos verlo reducido en gran medida. Era su gran requisito para el acuerdo.
Los 11 diputados del PP votarán junto a los 14 del PSOE, para sumar 25 de un total de 45, en contra de todas las enmiendas a la totalidad presentadas por las fuerzas de la oposición. Entre ellas, las presentadas por IU, que tras las elecciones autonómicas votó a Fernández para hacerse con el Gobierno regional. Esas enmiendas han quebrado también la unidad interna de esta formación. Hoy su portavoz en el Parlamento asturiano, Gaspar Llamazares, será sustituido por otra diputada, Marta Pulgar, para defender esa postura, aprobada por la Coordinadora de IU, el máximo órgano de dirección y contraria a la del grupo parlamentario, partidario de la abstención.
Tampoco prosperarán las enmiendas a la totalidad presentadas por Foro, el partido de Francisco Álvarez-Cascos, y Podemos. Así, las cuentas saldrán adelante con el rechazo de las 84 enmiendas de totalidad presentadas por los grupos, a las que se opondrán PSOE y PP, lo que impedirá que siga adelante ninguna iniciativa que conlleve la devolución del texto al Gobierno y evitará que el Principado afronte una segunda prórroga consecutiva.
El acuerdo se cerró horas antes tras varias conversaciones telefónicas entre la presidenta de los populares y el Gobierno socialista. Conversaciones de las que ha estado al tanto la dirección nacional del PP. Mercedes Fernández, la presidenta de los populares, defendía su sí para que «los ciudadanos vean que en el Parlamento no hay sólo debates estériles» sino que se pueden alcanzar «acuerdos desde la altura de miras».
Para Llamazares, los socialistas «pagarán un precio demasiado alto» por sacar adelante sus cuentas. Por su parte desde Foro, que en las últimas generales fue en coalición con el PP, en este caso sus opiniones difieren. Su portavoz, Cristina Coto, cree que el acuerdo «seguramente resuelve los problemas políticos de algunos, pero no los de los asturianos». C’s aún sigue negociando si se suma o no al acuerdo a cambio de la aceptación de enmiendas parciales.
En las últimas horas, Javier Fernández ya atisbaba la situación señalando que «desgraciadamente, en la negociación presupuestaria también nos hemos encontrado con ellas: ni la realidad ni la verdad importan con tal de sostener el discurso descalificador en pie», en alusión, aunque sin citar, a la formación morada, con la que no mantiene buenas relaciones. El deseo del presidente era contar con el respaldo de IU, ya que fue su aliado de investidura y esto supone un quiebro a ese documento. Pero nadie olvida que Fernández es el presidente de la Gestora y que llevó al PSOE del no es no a la investidura de Rajoy. Haber contado con su apoyo habría restado críticas entre la izquierda asturiana y nacional.