Venezuela comenzó la cuarta semana de protestas opositoras contra Nicolás Maduro con el llamado gran plantón nacional, una especie de acampada pacífica que transformó la principal autopista de Caracas en una playa atiborrada, como si del verano mediterráneo se tratara, con 100.000 personas.
La postal se repitió por todo el país, pero no todas se salvaron de la represión y de los incidentes. En Barinas, la cuna de la revolución, la oposición denunció el asesinato de dos jóvenes «a manos de paramilitares del PSUV».
En Mérida, también al oeste del país, el Defensor del Pueblo aseguró anoche que un funcionario progubernamental había caído víctima de una «lluvia de disparos», que también hirió a cuatro compañeros chavistas. En esta misma ciudad, un estudiante opositor recibió un tiro en la cabeza. Sus compañeros acusaron a los famosos colectivos revolucionarios, que en esa ciudad actúan con especial impunidad.
Hasta el momento, 25 personas han fallecido en el marco de las manifestaciones, a las que se unen cientos de heridos y afectados por los gases lacrimógenos. Los arrestos contabilizados por la ONG Foro Penal alcanzan los 1.426, de los que 59 han sido encarcelados y 361 están a la espera de fiadores económicos. Con la represión actual, la cifra de presos políticos se ha disparado a más de 170.
John Duque, jubilado de 67 años, leía Macbeth sobre una silla. A su lado, varios amigos y vecinos que acaba de conocer compartían galletas, nueces y golosinas. No estaban frente al mar, aunque el sol es igual de intenso, sino en una de las principales autopistas de Caracas en el plantón de la oposición venezolana contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
«Aquí estaremos hasta la noche, hasta que el cuerpo aguante, protestamos porque este Gobierno tiene que salir, Venezuela nunca había estado así de mal», resumió Duque. Cerca de él, María Esther aseguraba que lo único que le piden los venezolanos al Ejecutivo de Maduro es elecciones. «Si las convoca, arrasaremos, por eso no quiere hacerlas», explicó la comunicadora social, de 36 años.
«Estaremos todo el día, la gente ha sido disciplinada, la mayoría del país atendió el llamado. Son más de 24 plantones en toda Venezuela. Estamos en resistencia», clamó el diputado Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento, quien prometió que la calle seguirá hasta que se convoquen elecciones.
Maduro volvió a insistir, durante su programa televisivo dominical, que está deseando enfrentarse a los comicios, pese a que tiene suspendidos las comisiones regionales, el referéndum revocatorio y la repetición de la parlamentarias en el estado de Amazonas.
Las elecciones municipales deberían celebrarse este año y las presidenciales, el próximo. «En la Asamblea todos ponemos los cargos a la orden para elegir un nuevo parlamento. Queremos elecciones para elegir un nuevo Gobierno», subrayó Julio Borges, presidente legislativo.
Durante las negociaciones de la Mesa del Diálogo fue el ex presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien introdujo la posibilidad de celebrar unas elecciones generales con todos los comicios pendientes más el adelanto de las presidenciales.
Fuentes políticas confirmaron a EL MUNDO que dentro del Poder Electoral se discute un cronograma que contempla los comicios regionales para finales de noviembre, pero que aún no se ha aprobado. «Si convocan a las regionales, tenemos que ir, pero no nos vamos de las calles. Seguimos, porque nuestro objetivo es cambiar al poder», destacó el diputado Miguel Pizarro, uno de los dirigentes jóvenes que encabeza la rebelión de abril.