El PNV y sus socios han vuelto a elegir como tema del verano nada menos que la enésima reposición de la consulta para que decidamos el futuro.
La serpiente de verano era aquella noticia que acaparaba la opinión pública durante esta época gracias a que los periódicos, apenas sin plantilla en agosto, con cualquier cosa que llevar a la portada se daban por satisfechos y mientras más durase, mejor. Era como la canción de verano, una mala canción que se aprovechaba de que el resto de los cantautores estaban descansando. Pero así como se hicieron especialistas en la canción del verano, se hicieron también en lo de la serpiente del verano, siendo la izquierda abertzale entre manifestaciones y actos en las fiestas patronales, guerra de banderas, algún autobús quemado, incluida la Salve de Donostia, la que acababa llevándose toda la atención.
Quizás porque ya se han repetido hasta la saciedad, y que el PNV y sus socios hayan vuelto a elegir como tema del verano nada menos que la enésima reposición de la consulta para que decidamos el futuro, y a la crisis que lo envuelve todo, que nos sirve para exclamar cuando entramos en un bar solitario «¡mira esto es la crisis!», se descubren cosas muy clásicas en el plano informativo cuando éste se desmorona en estos días de asueto veraniego. Son como noticias de despiste.
Una de ellas, hete aquí, es la ausencia de corbata en el cuello del ministro Miguel Sebastián. Constituyó toda una noticia que se negara a ponérsela a pesar de la solicitud que le hiciera el presidente del Congreso. Pero fue otra noticia cuando se presentó a una comisión días después, ya en vacaciones, e hiciera caso, se fuera a los servicios y se la pusiera, creando jolgorio en sus compañeros, lo que animó al diputado jelkide Azpiazu a quitársela. Lo que fue otra noticia. Una noticia clásica de verano, estúpida e intranscendente.
Otra más seria y de tinte dramático para algunos, unida a la reaparición de Josu Jon Imaz en las fotos de los periódicos, ha sido que las camisetas del Athletic van a llevar por primera vez en su historia publicidad. Este mancillar los colores, sentido así por una parte de sus seguidores, esperan que no sea la antesala, tras este sacrilegio mercantilista, de la llegada de foráneos a sus filas. Esperan que no, y el breve alegato en euskera de Caparrós, que sólo lo entendimos los de la Macarena, pero que fue agradecido por todos, pareció que quería volver a afirmarnos en nuestros principios y raíces inamovibles.. El gesto ahí quedó, como un buen brindis en la Maestranza. Otra noticia patriótico-futbolística de verano, más seria.
Pero la que más me ha extrañado de todas las noticias de este y de todos los veranos -lo de De Juana Chaos era muy previsible- es que cuando el ministro del Interior Rubalcaba se otorgaba un merecido protagonismo mediático con la explicación de detalles sobre la detención del complejo Vizcaya -estúpido termino, el del complejo, inventado por Balza para engrandecer años ha al comando Donosti-, cuando seguía en éstas, echándose el ministro su merecido incienso sobre los hombros, va la consejería de Interior y publica la foto de dos peligrosos terroristas, con macabros planes inminentes a realizar, terribles, para cortar en seco al ministro algo que podía convertirse en serpiente de verano. Y es que la que quieren es la de la consulta, ¡jolines!
Eduardo Uriarte, EL PAÍS, 5/8/2008