FRANCISCO MARHUENDA-La Razón

«Los castellanoleoneses han dejado muy claro que quieren un gobierno de centroderecha y será positivo para esta comunidad»

Es una lástima que algunas personas compren la basura ideológica de la izquierda política y mediática sobre Vox. Los que critican el pacto alcanzado en Castilla y León son los mismos que aceptan con absoluta normalidad que el gobierno de España incluya a una formación comunista, antisistema y populista como Podemos. A esto hay que añadir que sus principales apoyos parlamentarios son los independentistas catalanes, que protagonizaron un intento secesionista y vulneraron el ordenamiento constitucional, y Bildu, que está controlada por los herederos de la banda terrorista ETA. Este conjunto de incoherencias les debería avergonzar. Lo habitual es leer en los periódicos progubernamentales o escuchar en radios y televisiones a sus voceros, algunos amparados por cátedras universitarias, justificar sin ningún rubor a Podemos mientras estigmatizan al tercer partido más importante de España. No solo es una ofensa para sus millones de votantes, sino que estamos ante un burdo intento que tiene por objetivo impedir que el PP pueda alcanzar el gobierno. Vox no ha tenido ningún comportamiento, se coincida o no con sus ideas, que vaya en contra del ordenamiento constitucional. Una parte importante de sus dirigentes ha militado en el PP.

La izquierda es muy propensa a la desinformación y cuenta con unas terminales mediáticas siempre dispuestas a ser fieles propagandistas, porque la verdad no importa, ya que la información y la opinión están al servicio de su militancia partidista. La vinculación de Podemos con los regímenes autoritarios de Venezuela, Cuba o Irán no han merecido su interés o crítica. El comunismo militante del telepredicador Pablo Iglesias, que ha propugnado todo tipo de despropósitos y dicho disparates monumentales, se ha contemplado con manifiesta simpatía. El antiguo defensor del eje populista liderado por China y Rusia, así como hagiógrafo de Chávez, Maduro y Castro, ahora se siente escandalizado por el acuerdo entre el PP y Vox. En su momento defendí que Sánchez estaba en su derecho a pactar con Podemos, aunque le repugnaba, y ahora me parece bien que el PP haga lo mismo con el partido de Abascal. La diferencia es que el tiempo demostrará que no hay nada que temer en este último caso. Los castellanoleoneses han dejado muy claro que quieren un gobierno de centroderecha y será positivo para esta comunidad autónoma.