Javier Elorrieta-Editores

Una descripción y diagnóstico muy acertada, la de Girauta a mi juicio. Cuando voté, y como yo muchos, al PP de Rajoy -después de la traición del PSOE a la alternativa constitucional en el País Vasco y la ruptura de los acuerdos de Estado con el PP- para que la legislación general de España no tuviera que depender de nacionalistas y se comenzara el abrir un proceso de reformas para asentar institucionalmente el afinamiemto de representación ciudadana con una reforma electoral. Más acorde con la referencia de un ciudadano un voto. La mayoría de Rajoy fue, al margen de algunos efectos positivos en el ámbito de la economía que el PSOE de ZP arruinó, un fraude de expectativas.

De hecho, por la mano de Soraya Sáez de Santamaría se destruyó el movimiento cívico constitucionalista en el País Vasco y Cataluña. Sin su letal dejadez, no hubiera surgido ni UPyD, ni CS, como intento de defensa constitucional de la nación. Y probablemente VOX tampoco.

Tras esas experiencias Feijoo debe estar atento. La experiencia demuestra que es fundamental la defensa de los valores de libertad sin complejos. Y eso implica mostrar hasta qué punto de deterioro en todos los parámetros de Libertad y Progreso, entendido como bienestar general, supone el mantener y promocionar las políticas llamadas de «izquierdas» que los cercenan. La consigna «Comunismo o Libertad» de la campaña de Ayuso en la elecciones de Madrid, encierra mayor contenido de traducción real en la vida cotidiana de la ciudadanía de lo que algunos creen.

Y quien dice comunismo, dice todos los sucedáneos colectivistas que se usan como handicaps para la libertad ciudadana, sea nacionalismo, socialismo, etc.

Si Feijoo cae en la tentación de soslayar la llamada batalla de las ideas, en lo que a través de la política legislativa hay que desarrollar, se equivocará .

Como se equivocó el tandem Rajoy -Santamaría. Cuyo resultado de desperdicio de la mayor posibilidad política a favor de la consolidación democrática, con su mayoría electoral, ha resultado de un nivel de descomposición democrática tan nefasta como la gestión de los Gobiernos de ZP y Sánchez por su acción.

De hecho, gran parte de la nefasta situación a la que hemos llegado con El Sanchismo es por su dejadez e irresponsabilidad.