Traca final del sanchismo

JUAN CARLOS GIRAUTA-ABC

  • Toda esa basca se dedica enterita a lo mismo, lo cual tiene su gracia: la propaganda. Sin más

Lo más cachondo de la tropa sanchista con mando es el desparpajo. Esa naturalidad a la hora de mentir, amenazar, confiscar, censurar, blanquear criminales. La ‘crème’ (‘pourrie’) incluye básicamente al Gobierno de Viva la Gente, sus medios –tan unánimes ya que parecen diarios catalanes– y sus bandas de la porra. Como curiosidad, las más temibles de estas bandas están capitaneadas por fúnebres humoristas. Se les ve con ganas de descerrajarle un tiro en la cabeza a un jefe de la oposición después de obligarle a entrar en una camioneta de noche. En plan Condés, en plan Cuenca, en plan Motorizada de Prieto, pero derramando sus ganas desde la SER de las Mil Colinas o La Secta, y todo en broma, por supuesto, no te vayas a confundir, a quién se le ocurre. Ay, qué risa, tía Marisa, me parto con vosotros.

Toda esa basca, disponga desde el gobierno, gruña en los medios o permanezca en la inexistencia práctica por su anonimato cobarde y por su afición a pasar la tarde echándose cuescos en el sofá, se dedica enterita a lo mismo, lo cual tiene su gracia: la propaganda. Sin más. Una propaganda nada fácil, pues consiste en afirmar muy serio lo que el público sabe falso y en negar muy rotundo lo que al público le consta como verdadero. Se trata de constancias empíricas, sufridas en sus carnes como carencias o como abusos. Las carencias vienen en bola de nieve, están a la vuelta de la esquina y no se han visto aquí desde los primeros cuarenta, racionamiento y hambre incluidos. Los abusos y las arbitrariedades que traen no se padecen en España desde los últimos cincuenta, con inspectores vigilándote por las razones más insospechadas, con delitos de opinión, censura, sometimiento absoluto del Estado al Ejecutivo, impunidad de los amigos del autócrata y tal. Ahora demuelen pantanos por franquistas. ¡Mira, como sus padres y sus abuelos!

Han borrado nombres de calles que les daban rabia. Vienen retirando placas y esculturas tras aquel disparo de salida de Zapatero, que arrancó la estatua ecuestre del dictador como regalo de cumpleaños a Carrillo. Qué fuerte, tía. Advierten muy seriamente con sanciones a los que cuenten la historia del siglo XX español sin atenerse a la memoria por ellos inducida. Un lóbrego bufón de Prisa llama a volar el Valle de los Caídos en domingo, a ver si pilla dentro a un buen puñado de católicos. Pero es que, ja, ja, es una broma, ja, ja, y si se lo afeas eres un fascista, ja, ja.

Nada les satisface ni les satisfará. Tampoco cargarse las presas. Es que tienen acúfenos con el eco del NO-DO. Están condenados a la frustración. Como no puede cambiarse el pasado pues solo al olvido se puede aspirar, y ellos no olvidan nunca porque de ello depende su sustento –de romper la convivencia–, acabarán volando de verdad el Valle de los Caídos. El payaso genocida aplaudirá entusiasmado con sus garras (ja, ja, suerte que entiende el humor).