La gente y el país

IGNACIO MARCO-GARDOQUI-EL CORREO

  • El Gobierno entrega las ayudas, pero pagarlas, las paga usted, claro, que para eso está

Con una semana de adelanto, pues todavía estamos a punto de cerrar el triste año de 2022, el Gobierno ha desatado la Kermesse política, ha inaugurado la romerÍa social y ha adelantado la entrega de regalos. El paquete es impresionante: Reducciones del IVA a los alimentos de primera necesidad como el pan, la leche y los huevos; 200 euros para las familias con rentas bajas; se extiende el límite de 2% a la actualización anual del alquiler y se prorroga seis meses la suspensión de los desahucios para hogares vulnerables; se mantiene las ayudas a los carburantes para los profesionales. Añada las ayudas viejas en vigor a estas nuevas por venir.

¿Cuál es el coste para el Estado? Pues unos 10.000 millones más. Pura calderilla. ¿Cuál para los particulares que ven sus derechos individuales postergados frente a los deseos generales? No sé, eso no se calcula. ¿No tiene coste? Sí claro, pero corre a cargo de los pudientes. Pues entonces no entiendo, ¿Por qué no se duplican las ayudas prometidas? ¿Se puede alguien oponer al desarrollo de la fiesta? Yo no me atrevo, pero si no le importa que le llamen ultraliberal y fascista… allá usted. El Gobierno entrega las ayudas, pero pagarlas, las paga usted, claro, que para eso está, ya que no ocupa el lugar correcto de la Historia. Lo que resulta difícil de digerir, es que le obliguen a uno a aplaudir al cajero automático cuando te entrega tu propio dinero, cuya custodia le habías encargado al banco.

En resumen, aquí hay dos bandos. En uno está la derecha, la ultraderecha y la ultra ultraderecha. Todas ellas situadas en los extrarradios de la Constitución, violando constantemente todos los acuerdos políticos básicos, ejercitando el egoísmo social y pisoteando derechos como si fueran gusanos.

De otro están las medidas progresistas de la coalición progresista que forma el Gobierno de progreso, compuesto por el centro izquierda súper progresista y el centro centro izquierda hiper progresista, permanentemente desvelados por la obligación de velar permanentemente por el bienestar de la gente, cumpliendo a rajatabla la Constitución y honrando todos los acuerdos.

¿Que Aragonés no se ha enterado de que el ‘procés’ ha terminado y anuncia otro referéndum para aprovechar las últimas rebajas penales? Pelillos a la mar y, si es necesario, ¡la barba entera al agua! El plan es perfecto. Los líos jurídicos detrás, las ayudas delante. El clamor es atronador: Feijóo, no te pido que me lo mejores, pero ¡iguálamelo! Imposible. Ya tenemos un Gobierno que se preocupa por la gente. ¿Tendremos algún día un Gobierno que se preocupe por el país? No lo creo. El país no vota y la gente sí.