Preludio: Irene Montero, la portentosa marquesa de la Mesa, está que no para. ¿Recuerdas el número de delincuentes sexuales que habían rebajado sus condenas por aplicación de la Ley Sisí? Eran 327. Ya han llegado a 361.

El tema: Tonto pregonao es nuestro presidente del Gobierno en su performance de ayer. Él y la mitad de su Gobierno, 11 ministros, todos ellos socialistas, viajaron a Marruecos para una cumbre hispano-marroquí. Y hete aquí que Mohamed le da plantón y se lo cuenta por teléfono desde su residencia en Pointe Denis, Gabón, a 4.000 kilómetros en línea recta. Pero lo mejor es Albares cuando lo explica. Primero, diciendo que solo responderá a sus preguntas sobre el tema en off. Y en segundo lugar, explicando que la charla telefónica  de Mohamed duró lo mismo que habría durado una recepción in person. Pudo haber añadido que el rey de Marruecos puso una foto suya junto a Sánchez para su comparecencia. Presencia de consolación.

¿Y qué le dijo? Que si quiere ser recibido en palacio tendrá que volver otro día. Anda, regálales el Sáhara, vota contra la resolución del Parlamento Europeo que afeaba su falta de consideración con la prensa; vete con dos vicepresidentas u diez ministros para que te hagan este feo. Mohamed VI ha liquidado la cumbre con una simple llamada telefónica desde Gabón. Podemos ha boicoteado la cumbre: ni un solo ministro podemita ha viajado a Marruecos y el socio de Sánchez ha acusado al régimen alauita de no respetar los derechos humanos.

Parmenio dijo: “Cinco de las mujeres activistas afectadas por el caso de un supuesto policía nacional infiltrado en los movimientos sociales del barrio de Sant Andreu (Barcelona), y en el movimiento sindical entre mayo de 2020 y octubre de 2022, han interpuesto una querella por las conductas del agente, que habría mantenido relaciones sexuales y sentimentales con ellas, y otras mujeres del movimiento, para obtener información a cambio. Otras afectadas podrían añadirse a la denuncia más adelante.“ La Vanguardia 31-1-2023

Leída la historia de este héroe patrio, urge redefinir el concepto “aparatos del Estado”. La verdad es que nunca el término ‘infiltrado’ tuvo tanto sentido.

Lo de la denuncia ponía risueña a Marisa Sarabia: “Que yo me lo llevé al río/ creyendo que era un indepe/ y era un madero aquel tío”. Qué vergüenza, ocho de las hijas más airadas de el pueblo catalán seducidas por el enemigo. Solo les queda un atenuante: alegar que sus orgasmos fueron fingidos.

Blancodebot escribía en Twitter: “Están diciendo que el policía infiltrado es un violador por tener relaciones sexuales sin revelar su verdadera profesión. Las mismas que te dicen que una chica trans no tiene por qué decirte lo que tiene entre las piernas”.

El catedrático de Derecho Penal de la Universidad Autónoma de Madrid le explicaba a Irene Montero y a su pandi una cuestión elemental sobre la centralidad del consentimiento:”El consentimiento siempre ha sido el centro de estos delitos contra la libertad sexual. Al tratar de definirlo más bien se le aleja del centro.

J. A. Montano: “Evolución del españolismo: del garrote vil al garrote gentil (el del poli infiltrado).

Juan Carlos Monedero: “Qué pensarían los judíos muertos en el Holocausto al ver que Israel se ha llenado de nazis”.

Rosa Díez: Dice Bolaños que el apoyo de los socialistas a los golpistas es “el futuro de Cataluña”. Y recuerda que algo muy parecido dijo Zapatero ante dos fotos: Una foto del pasado y otra del futuro. La del pasado mostraba a Rosa Díez con Pilar Elías, la viuda de Ramón Baglietto. La del futuro era de la socialista Gemma Zabaleta con la abogada batasuna Ione Goirizelaia.

Ángela Rodríguez Pam(fila): “Ni un grupo parlamentario, ni un solo informe de los órganos consultivos, ni un solo Ministerio, ni un solo medio de comunicación adivinó que esta era una posibilidad”.

Yo creo que Pablo Iglesias está tratando de hacer méritos para volver a dormir en Galapagar. Fíjate: “Una minoría de jueces señoros ignora los agravantes que contempla la ley y rebajan las penas a los violadores. Qué importa favorecer a los violadores si así pueden vengarse de las feministas y del Ministerio de Igualdad”. Y ya que hablamos de Pablo, hay que reconocerle el magisterio. La defensa de Dani Alves maneja un argumento en favor de su defendido: que él entró en el baño de la discoteca y que la víctima entró dos minutos después. Se lo decía Iglesias a una de sus alumnas: “Voy al baño a refrescarme; te espero ahí”.