Miquel Giménez-Vozpópuli

Sepan vuesas mercedes que para trabajar en los medios sanchistas es menester disponer, bien por natura, bien por estudio, de una capacidad de fabulación igualable a los hermanos Grimm, Calleja y Tezanos juntos. Pero sosiéguense, que en cumpliendo esta condición poco o nada más se requiere a quien desee pacer en esas verdes praderas regadas con dinero público. Guárdenos Dios Todopoderoso y líbrenos San Dionisio Areopagita de criticar a aquellos fámulos que ejercen su cotidiana labor de ganarse el pan en la citada gacetilla, que bien sabemos que hambres mueven piernas y vivimos en tiempos de necesidad. Relatamos sólo el hecho de que, para mejor servir a sus amos, los plumíferos deben empeñarse en forzar el caletre para decir cada día más y mejores embustes. Arduo empeño y hercúlea tarea, que a fuerza de mentir sin dar tregua ni pausa a las horas hay quien tiene el seso sorbido como sucediérale a don Alonso de Quijano con los libros de caballerías y ya no sabe distinguir una encuesta de GAD3 de una del CIS ni a un político decente de uno del Gobierno.

Más con su último editorial, la hoja parroquial del sanchismo ha alcanzado la categoría de obra de arte, de culmen de la falacia, de Olimpo de la mentira. Para aquellos que no usen el citado papel de avisos y noticias forzoso es dar una explicación. Pues bien, la editorial de este domingo señalaba con la sangre fría de quién teme ni sabe que votar VOX sería la misma cosa que votar a Franco. Pasmóse el respetable, pasmóse el lector y ha de pasmarse el siglo en leyendo tamaña afirmación. Porque el gacetillero asegura que ni en las primeras elecciones democráticas presentóse una candidatura cuyo programa entroncase tan nítidamente con la ideología y la política franquista. ¡Pluguiera a Dios tamaña frase, voto a bríos! Ahora resulta que en aquellos comicios no hallábase presente ni la Fuerza Nueva de Blas Piñar ni la Falange. Ha tenido que llover mucho, aunque podría haber llovido más, para que los escribanos serviles, los persas acomodados, los anilleros del poder digan que existe una fuerza franquista que concurre a las elecciones bajo los auspicios del Generalísimo, y esa se llama VOX.

Ha tenido que llover mucho, aunque podría haber llovido más, para que los escribanos serviles, los persas acomodados, los anilleros del poder digan que existe una fuerza franquista que concurre a las elecciones bajo los auspicios del Generalísimo, y esa se llama VOX

Bien conoce uno que quienes trabajan como voceros galeotes adscritos a ésta facción o a aquella suelen tener las posaderas alquiladas y que, así, no se sientan cuando quieren. Pero tamaño exceso rebasa el Rubicón de lo sinsonte demostrando que su autor merecería estar en el Nuncio de Toledo mejor que detrás de escribanías torticeras en compañía de escribientes garduñeros. Decís que VOX es franquista, ah fulleros, siendo tal cosa una mentira execrable, pero calláis como la estatua del Comendador que Bildu es etarra, que Sumar es comunista, que Sánchez es el monarca del embuste y la cucamona. El embuste es enorme y el argumento falaz, pero en nada ha de reprocharse al mentiroso que mienta, puesto que tal es su condición. Ya lo escribió aquel gigante del teatro, el siempre alabado Muñoz Seca, asesinado en Paracuellos del Jarama justo por esos que defiende la gacetilla, en su magna obra “La venganza de don Mendo” en jugoso diálogo entre el Marqués de Moncada y Don Mendo, encarcelado y víctima de la cruel Magdalena:

Moncada: Mentís. Y vos de vos os reis como yo me río de vos.

Mendo: No comprendo que decís.

Moncada: Será porque no querís, que está claro, ¡vive Dios!

Concluyamos este billete citando a Juvenal, que siempre es oportuno, cuando dijo que no pensaba ir a Roma puesto que no sabía mentir. He ahí la razón por la cual modestos plumillas como quien esto firma jamás han ido o sido requeridos por según quienes. Es lo que lleva parejo ser enigmático y epigramático y ático y gramático y simbólico.