El PNV no debe esperar presiones desde el Gobierno sobre el PSE-EE para que este partido varíe su decisión de no apoyar al candidato del PNV en la Diputación de Guipúzcoa tras la negativa de este partido a un acuerdo global que garantizara a su vez a los socialistas, entre otros, el ayuntamiento de San Sebastián, que quedará el sábado previsiblemente en manos de Bildu.
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui así lo afirmó ayer, durante su visita a Vitoria para acudir a la asamblea anual de SEA/Empresarios Alaveses. Los pactos postelectorales vascos «no están en el plano de las conversaciones sobre la gobernabilidad española» que el Ejecutivo de Zapatero y el PSOE mantienen con el PNV. Mientras, Rafaela Romero sustituirá a Miguel Buen como candidata socialista a diputada general en Guipuzcoa.
El pronunciamiento de Jáuregui supone un respaldo a la política de pactos decidida por el PSE-EE, incluido el acuerdo con el PP sellado el miércoles, y un reconocimiento a la total autonomía de la formación en las alianzas postelectorales. Más aún cuando proviene de un firme partidario del entendimiento con el nacionalismo, muñidor en su día del acuerdo que coaligó a PSE y PNV durante una década en el Gobierno, del que fue vicelehendakari con José Antonio Ardanza, y también en las diputaciones en algunos mandatos,
Jáuregui dio por hecho que Bildu se hará el sábado con el Ayuntamiento de San Sebastián y vertió la responsabilidad sobre el partido de Iñigo Urkullu. «El PNV no ha querido hacer un acuerdo que habría puesto las instituciones en manos de partidos que tienen acreditada su apuesta por la democracia y por la paz», dijo. Una vez que el resultado de ese rechazo se consume, Jáuregui respaldó la negativa del PSE a apoyar después al PNV en la Diputación. «La comprendo», dijo de esa posición. «El PSE no puede hacer otra cosa», afirmó, «si antes del sábado no hay conversaciones entre los dos partidos que den lugar a otro resultado [en San Sebastián].
En Guipúzcoa, los socialistas respaldaron ayer la exigencia de pactos postelectorales globales para responder así a la necesidad de «estabilidad y gobernabilidad» de muchos ayuntamientos guipuzcoanos y de la propia Diputación, informa Efe. El PSE-EE es «firme e inflexible» en esta decisión y que la «mano tendida» al PNV se mantendrá «sólo» hasta el 11 de junio, cuando se constituyan los consistorios vascos.
EL PAÍS, 10/6/2011