Miquel Escudero-El Correo
Metástasis es un término médico que produce miedo, pues, cuando se manifiesta, anuncia lo peor: la propagación imparable de un foco patógeno por todo el cuerpo que lleva a su descomposición. No se trata de catastrofismo, como diría un ignorante, no es una exageración sino un pronóstico muy bien fundado. El término metástasis procede del griego y significaba ‘cambio de lugar’, en el sentido de un avance del mal.
Dentro del conjunto español, somos numerosos los catalanes que sentimos una absoluta indignación por las inverosímiles concesiones que Sánchez y el PSOE están dando a los separatistas que se saltaron todas las reglas democráticas, antes de que se aplicara el artículo 155 de la Constitución española.
Este artículo es equivalente al 37 de la Constitución alemana. Creo conveniente anotar de forma textual lo que dice, en dos párrafos: «Si un ‘land’ no cumpliera los deberes federales que la Ley Fundamental u otra ley federal le impongan, el Gobierno federal, con la aprobación del Bundesrat (Cámara Alta), podrá adoptar las medidas necesarias para obligar al ‘land’ al cumplimiento de dichos deberes por vía coactiva federal». «Para la ejecución de las medidas federales coactivas, el Gobierno federal o su representante tiene el derecho de impartir instrucciones a todos los ‘länder’ y a las autoridades de los mismos».
¿Habrá que explicar que, contra lo que los interesados repiten, no es una ley del talión ni siquiera es una ley de venganza? Simplemente, es la previsión necesaria para mantener la ley y el orden democrático, garantía de nuestras libertades y de nuestra igualdad ciudadana. Omitir este deber será suicida. ¿Qué vamos a hacer?