JON JUARISTI-ABC
- O de cómo la razón en marcha nos quiere cancelar mediante una rumba catalana, tan distante de las de Peret y Serrat como de las de Joan de Sagarra
Inconsolable huérfano putativo de Javier Pradera, Jordi Gracia (o Gracias de Nada), vicearchipámpano de ‘El País’, la emprende en su periódico, el pasado día 3, primer domingo de Adviento, contra Fernando Savater y un grupo de palmeros de Cayetana Álvarez de Toledo en el que incluye a Félix de Azúa, Juan Luis Cebrián, José Luis Pardo, Gabriel Albiac, Andrés Trapiello y a un servidor de ustedes, atacando de paso a dos medios de la competencia, ‘El Mundo’ y ‘The Objective’. A todos nos acusa de habernos pasado desde la izquierda comprometida, moral e inteligente, a la derecha zafia y rencorosa, no porque la edad nos haya hecho más sabios, sino porque hemos perdido el poder, nos joroba la brasa que da el Gobierno con el cambio climático y nadie nos hace caso en las redes sociales. Esto último es lo más estúpido de la diatriba: si nadie nos hace caso, ¿a qué viene una tribuna en la gaceta renana del sanchismo para explicar que nos hemos entregado a la negra reacción porque nadie nos hace caso, tribuna que además se presenta como un adelanto de la que se publicará en el número de diciembre de ‘Tinta Libre’, si es que no se ha publicado ya? Demasiada tinta libre para gente a la que nadie le hace caso en las redes sociales.
Jordi Gracias no sólo nos hace caso, sino que nos contrapone a las Chicas de Oro que permanecen fieles al ideal revolucionario de su lejana juventud: Rosa Montero, Rosa Regàs, Victoria Camps y Maruja Torres, todas colaborantas de ‘El País’ ahora o en otro momento de sus ya largas vidas. Hombre, Jordi: no sé si en zafiedad y rencor les podemos dar a ellas lecciones nosotros, los arriba mentados traidores a la ‘claseobrera’. Todavía recuerdo aquella estupenda maldición lanzada por Maruja Torres, en mayo de 2003, sobre los «cuatro millones de hijos de puta» (sic) que iban a votar al PP. Es cierto que en 2013, la susodicha se fue de ‘El País’ y que, en 2020, este periódico mío tan de izquierdas le dio el premio Luca de Tena. Con todo, sobrevivió a la pandemia, y yo me alegro.
Lo que me deja un poco mosca es que Jordi Gracias no mencione a la nutrida peña de intelectuales del Viejo PSOE que está dando síntomas alarmantes de españolismo y rencor hacia el Nuevo PSOE. Que han perdido el poder me parece evidente, pero ¿les cabrea acaso que se les hable del cambio climático? ¿No aciertan en las porras más que Tezanos? Entonces, ¿por qué los ningunean en la gran familia socialista? ¿Por qué los echan del partido, o se van ellos solos, como Maruja Limón? Y, sobre todo, ¿por qué me los ningunea Jordi Gracias? ¿No escriben o escribían todos ellos en el órgano de la vanguardia del proletariado que apacienta Jordi Gracias de Nada A Mandar? No me hiciste lindo caso, Maruja Limón, y ahora vas pasito a paso a tu perdición, Maruja Limón, Maruja Limón, Maruja Limooón.