Miquel Giménez-Vozpópuli

Se ha especulado mucho acerca de hacia donde va a encaminar Sánchez su futuro. Como nadie se lo imagina haciéndose autónomo y abriendo un comercio, empresa o puesto de venta de churros, lo lógico es pensar que busca colocación en algún chiringuito internacional, que pagan mejor y tampoco piden que seas Einstein, véase a Nadia Calviño.

El mayorzote de Sánchez – léase junto o por separado – había sido protagonista de un rumor que lo colocaba como jefazo de la OTAN. Lo dudo, aunque uno ya no se extraña de nada, pero las amistades peligrosas del sujeto, léanse Hamas, Hutsis, etarras, marroquís y narco dictaduras sudamericanas no son los mejores avales para ocupar un cargo de tamaña importancia. Adviértase que he dicho importancia y no responsabilidad, porque la OTAN son los USA, en menor medida el Reino Unido, algo Canadá y el resto, nada.

Prescindiendo de esta especulación, suena que el cuitado Sánchez podría ocupar un alto cargo en ese otro nebuloso asunto denominado Unión Europea. Tocan elecciones europeas en junio y se presume que habrá meneo. Si lo verán crudo los paniaguados socialistas que el mismo Sánchez, en calidad de presidente de turno de la UE, habría pedido ayuda a la cantante Taylor Swift para que los jóvenes se movilicen y voten, porque la abstención se prevé de toma pan y moja que es salsa de melón. De ser esto cierto, se ha equivocado de cantante. Hubiera sido mejor Shakira y pedirle que compusiera una letra contra la derecha. Y que la cantase mi Marijesú Montero, con su desparpajo, diciendo “Shiqui, que una loba como yo no está pa fachas como tú”.

Si lo verán crudo los paniaguados socialistas que el mismo Sánchez, en calidad de presidente de turno de la UE, habría pedido ayuda a la cantante Taylor Swift para que los jóvenes se movilicen y voten

La cosa es que Sánchez se ha cansado de jugar, porque a la que no le dejas ganar al parchís, tira el tablero al suelo. Todavía recuerdo cuando al día siguiente de las elecciones un amigo que está en la pomada sociata me comentaba el cabreo del quince que había cogido el Monclovita al comprobar que la opción más votada no había sido la suya. Igual que ahora, que regala lo que no es suyo al fugado. Y poniendo cara de bonico, porque no concibe admitir que no gobernará con normalidad si tiene que pedir permiso para ir al lavabo a separatas, podemitas o bilduetarras. Sánchez no admite más opinión que la suya y, lo decimos sin ironía, se queda bloqueado cuando no le dan la razón. Porque cree que su monomanía es lo más natural del mundo.

Sánchez no admite más opinión que la suya y, lo decimos sin ironía, se queda bloqueado cuando no le dan la razón

Otro sí digo, dentro de eso que llaman PSOE, ese partido cobarde, aplaudidor de barbaridades y culipoltronero, existen algunos que empiezan a pensar que mejor sería pasar la página de Sánchez sin que se dé cuenta. Algunos dirigentes alejados de los focos – díganlo en francés – hacen prospectivas discretísimas a ver dónde carajo podía encajar el presidente. Esos mismos me dicen que a las europeas Sánchez debe llegar con el referéndum catalán y el cupo arregladitos. Así podría marcharse diciendo que solucionó “el problema catalán”, que con él los trabajadores vieron aumentado el salario mínimo, los pensionistas sus pensiones, los colectivos LGTBI consolidados sus derechos, en fin, la leche en verso. Salir por la puerta grande, ea. Pero con Sánchez nada es seguro.

Todo pinta que en las europeas los conservadores van a ganar y dejar a Marijesú de presidenta – sería lo lógico porque es vice, aunque también podría serlo Mariyoli – son ganas de que te hagan cantares. Además, a Sánchez la van más el Falcon y las entrevistas en la Sexta o en lopaís. Pero sería fenomenal, ay, que se diese el piro. Que lo mucho, cansa, Pedrín.