Parecerse a Peter Lorre
Ayer me dispuse a ver con recogimiento los actos de celebración de los diez años de reinado de Felipe VI. Debo confesar que guardo con emoción aquel memorable discurso del 3 de octubre de 2017 en que nuestro Rey se erigió en el baluarte más eficaz en defensa de la Constitución contra el golpismo catalán. Nueve días más tarde acudí a la recepción del Palacio Real con motivo de la Fiesta Nacional con un solo propósito: estrecharle la mano y decirle: “Señor, gracias por el discurso”.
Bueno, pues fueron congregados para hablar del tema una subdirectora del diario de PRISA, Berna González Harbour, que el ranking de mis columnistas preferidos ocupa el lugar inmediatamente anterior a Antonio Papell, no digo más. También estaba Juan Fernández Miranda, menos mal. El caso es que nuestra Berna le metió mano al discurso real y dijo, bien oiréis lo que dirá, que le había faltado un poco más empatía, qué le habría costado usar el catalán en el discurso.
Hoy hay que destacar la portada de El Mundo. Angela Martialay reproduce los mensajes (seis en media hora) que el fiscal general envió a la fiscal de Madrid urgiendo la comisión de un delito de revelación de secretos: “Es imperativo sacar la nota. Si dejamos pasar el momento nos ganan el relato”. Luego acompaña mucho la foto que es un insuperable casting para un banquillo. Están Pedro y su imputada, Barmengol y Álvaro García Ortiz que tiene un aire a Peter Lorre, mira la foto de ‘El halcón maltés’, en la página 43 de El País. A mí me recuerda lo que decía de este personaje Woody Allen: “Desde que tuve uso de razón quise parecerme a Peter Lorre. La idea de convertirme en una comadreja grasienta, en un ser afeminado y lloriqueante me atrajo enormemente”.
Capitán de navío colgaba en X un titular que calificaba ‘esto sí es noticia’: “El Falcon deja tirado a Sánchez en Bruselas y pide otro de repuesto pase a tener vuelo regular a esa hora. Sánchez prefirió quedarse tirado durante horas en Bruselas que volver a España en un vuelo regular casi vacío”. Es un rasgo de carácter: su decisión se explica en parte por su carácter cesarista, en parte por el temor a que le abucheara el resto de los pasajeros.
La vicealcaldesa de Toledo y militante de Vox, Inés María Cañizares, se negó ayer a colgar en el balcón del Ayuntamiento la bandera LTBIQ+, también llamada bandera arco iris, con un argumento irreprochable: “las banderas que representan a los toledanos, a todos los castellano-manchegos y a todos los españoles son las que ahora mismo están colgadas en el balcón del Ayuntamiento. Ni una más”.
La diputada de ERC Teresa Jordà ha cargado contra el Rey Felipe VI aprovechando su intervención en el Congreso de los Diputados: «Es un digno heredero de Felipe V y de Francisco Franco», ha dicho la diputada de la formación que apoya al Gobierno de Pedro Sánchez antes de concluir su intervención proclamando «¡Fuera los Borbones!». Sus palabras han encontrado respuesta en los escaños de la oposición, desde donde se han escuchado gritos de «¡Viva el Rey!». ¿Y qué dijo Paquita Armengol, presidenta del Congreso? Debería haber expulsado a la zopenca y hacerlo con deshonor. Pues ella, tan sensible a censurar palabras de políticos estrictamente constitucionalistas en el Diario de Sesiones, se limitó a dar turno de palaba al boludo Bolaños, pero ella no dijo ni mú. En esta pollina de Teresa Jordà y en sus cómplices confía el felón Pedro Sánchez para seguir en el machito.
Arcadi Espada se admiraba ante el video colgado por Irene Montero e Isa Serra, apuntando con tino que es una cosa a medio camino entre Paco Martínez Soria y Teo va a Bruselas. Y añadía: “Impresiona saber, que estas dos mujeres vayan a cobrar unos 10.000 euros al mes cada una, y que yo vaya a pagárselos. Y aún impresiona más que semejantes niñatas sean dirigentes de un partido que se ha distinguido por su beligerancia contra la Monarquía, muchas veces demagógicamente concretada en lo que la Monarquía cuesta a los españoles”.