IGNACIO CAMACHO-ABC

  • El muro de Sánchez se ha convertido en una barricada alrededor de Moncloa. Un parapeto de protección personal de su esposa

Asuntos de la actualidad nacional en la última semana. La esposa de Sánchez comparece por segunda vez en el juzgado entre grandes medidas de seguridad. La Universidad Complutense denuncia actividades irregulares de la esposa de Sánchez. La UCO y una jueza extremeña investigan al hermano de Sánchez. Sánchez propiamente dicho anuncia una ley para censurar a los medios que publican informaciones sobre su esposa. Los medios siguen publicando informaciones (ciertas) sobre la esposa de Sánchez. La esposa de Sánchez se niega a declarar. Varios ministros, con el de Justicia a la cabeza, acusan a los jueces y la prensa de lanzar una «cacería» contra la esposa de Sánchez. Vox pide al instructor que cite como testigo a Sánchez. El citado instructor cita como imputado al patrocinador de la carrera profesional de la esposa de Sánchez.

¿Algo más que no tenga que ver con Sánchez y su esposa? Sí. Una directora general del Ministerio de Igualdad implicada en un escándalo de (presunto) amaño de contratos. Siete magistrados del Tribunal Constitucional propuestos por el PSOE deciden revocar la condena de los dos expresidentes andaluces implicados en el fraude de los ERE y ordenan a la Audiencia de Sevilla rehacer su sentencia. Dirigentes socialistas denuncian otra «cacería» judicial y periodística contra sus compañeros recién exonerados. Un magistrado de Madrid solicita al Tribunal Supremo que impute al fiscal general del Estado por revelación de secretos.

Oiga, ¿y los asuntos de Gobierno? Eso de la gobernanza, como le gusta decir a Felipe González. Algo ajeno a la corrupción, cualquier cosa: medidas económicas, inversiones públicas, empleo, seguridad ciudadana, reformas estructurales. Nada. Ni están ni se les espera: no hay Presupuestos ni queda claro que pueda haberlos. Ni siquiera hay decretos por si falla la precaria mayoría del Congreso. Lo más parecido a una política convencional son las negociaciones sobre la investidura en Cataluña, y discurren en silencio. ¿El Parlamento? Entregado a furiosos debates… ¡¡sobre la esposa de Sánchez!! Hasta el éxito de la Eurocopa ha derivado en una polémica porque uno de los capitanes de la selección saludó con muy poco entusiasmo a Sánchez.

En este momento, la legislatura pivota en torno al ‘Begoñagate’. Begoña en los telediarios, Begoña en las charlas de oficina y de café, Begoña en los corros parlamentarios y en los mentideros de la Corte, Begoña en la prensa internacional, Begoña en los pasillos judiciales. Begoña por todas partes. Y el Ejecutivo entero anda afanado en su rescate por tierra, mar y aire. El famoso muro del presidente se ha convertido en una trinchera alrededor de su cónyuge y de él mismo, una barricada de protección personal de su entorno íntimo. Helena de Troya se ha reencarnado en Moncloa y su defensa a toda costa es el eje sobre el que gira ahora toda la vida institucional española.