Luis María Anson-La Razón
- «Corresponde al pueblo español, en elecciones generales, detener la larga caravana de las concesiones indecentes e indignas»
Cada vez está más claro que, salvo una finta de última hora convocando elecciones generales, Pedro Sánchez piensa agotar la legislatura, concediendo lo que le exijan Sumar y Podemos, aparte los cuatro partidos secesionistas catalanes y vascos, dos de izquierdas, ERC y Bildu, dos de derechas, PNV y Junts.
La moción de censura exige que encabece la operación un candidato a presidente del Gobierno. A Alberto Núñez Feijóo, que preside el partido mayoritario, solo le votarían, en el mejor de los casos, Vox, Coalición Canaria y UPN, 172 votos insuficientes para acceder a Moncloa. Habría que buscar un presidente que pudiera ser elegido, por los partidos del centro derecha y por alguno de los aliados del sanchismo. Se suele hablar de un juez, pero el probable rechazo del PNV y Junts, de ERC y Bildu, complicaría la votación.
Por fortuna, existe en España un hombre de izquierdas por todos respetado que podría encabezar la moción de censura: Nicolás Redondo Terreros, que es uno de los políticos más admirados por la opinión pública española. Fue secretario general del PSE-Euskadiko Ezquerra, es decir, del PSOE vasco y diputado en el Parlamento de su Comunidad Autónoma. Respetado por el mundo sindical, mantiene su ideología socialista con lealtad y coherencia. Tiene 66 años. Sería el presidente ideal en una moción de censura para superar a Pedro Sánchez. Su único programa en la presidencia del Gobierno consistiría en el compromiso de convocar elecciones generales, cumpliendo los plazos mínimos señalados en la ley.
Nicolás Redondo Terreros acaba de decir: «Un Gobierno democrático debe gobernar desde su programa para toda la sociedad, evitando las fracturas sociales, los muros y la división, sobre todo en un país que tiene una larga y triste historia de enfrentamientos sangrientos».
Político intachable, socialista de toda la vida, hombre serio y coherente, Nicolás Redondo Terreros, si aceptara encabezar la moción de censura, haría todo más fácil. Si sale adelante su candidatura, convocaría elecciones generales. Y que sea el pueblo español el que decida detener la larga caravana de las concesiones indecentes.