Jesús Cuadrado-Vozpópuli
  • ¿El PSOE? No existe. Los últimos restos del partido  que se asoció en su día con los socialdemócratas alemanes y nórdicos se liquidarán en un Congreso Federal convocado al efecto

Pedro Sánchez le sobra el Poder Legislativo, como a Nicolás Maduro. Al modo del tirano venezolano, ha decidido atrincherarse en el poder y poner el Gobierno de España al servicio de los agobios judiciales de la familia. Lo que dijo en el Comité Federal del sábado ya lo había anticipado en la ridícula comparecencia del Instituto Cervantes. El discurso se lo escribió el nuevo gurú de Moncloa, Diego Rubio, que sigue la estela de sus antecesores Iván Redondo y Oscar López en la obsesión contra la Comunidad de Madrid y su presidenta Isabel Díaz Ayuso. Consigna de temporada: “Madrid es un paraíso fiscal”.

A la presidenta madrileña, con un ataque a la Comunidad propio de un ejército de orcos, le facilitaron su discurso sobre cuentas frente a cuentos. Al cantinfleo de Sánchez respondió Ayuso con algunas evidencias. Sobre Sanidad, “los conciertos en la Comunidad de Madrid suponen tan solo el 11% frente a más del 23% en Cataluña”; sobre Educación, “el informe Pisa sitúa a Madrid 20 puntos por encima de la media en matemáticas, ciencias y lectura”; sobre impuestos, “desde 2010 la Comunidad de Madrid ha rebajado el IRPF casi un 30% a las rentas más bajas”; y así todo. Más contundente aún, si se compara gasto por habitante en sanidad y educación en cada comunidad autónoma, que demuestra que se puede hacer más con menos.

A pesar de los antecedentes, espera el sanchismo sacar petróleo de la escenificación de una guerra de Illa contra Ayuso, Cataluña contra Madrid. Parten de una falsificación burda sobre el origen del estancamiento de Barcelona respecto a la capital de España, que no es ningún “España nos roba”, sino la degradación institucional provocada por la casta política y económica del independentismo, como tiene bien demostrado el Catedrático de Geografía Económica de la London School Andrés Rodríguez-Pose. De esa casta forma parte el PSC-PSOE. Illa acumula sexenios en pactos de gobierno con todos los secesionistas. De hecho, la persecución del castellano habría sido imposible sin su colaboración, por ejemplo. Ahora es todo el Partido Socialista el que sirve al proyecto soberanista. Como el caballo de la fábula de Esopo, el PSOE está embridado y ensillado por ERC y Junts, y ya no podrá liberarse de ese yugo.

Alguien dijo con mucho sentido en el CF socialista del fin de semana que, si la Comunidad Autónoma madrileña también pidiera el concierto, el resto tendría que irse en pateras

En su disparatado discurso, la cantinflada de Sánchez sobre reuniones con los presidentes autonómicos uno a uno –bilateralmente, dijo con sorna- es una ofensa a todos ellos, del PP y del PSOE. Como lo es la división del trabajo acordada entre el Sánchez de “puedo garantizar” más dinero para todos y el Illa de “garantizo a ERC” el acuerdo de concierto para Cataluña. El nuevo president actúa como trampantojo, es decir, “trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole  ver lo que no es”. El sábado en el Comité Federal, Lambán y Page le dijeron que ese concierto va contra los valores del PSOE. Y contra los valores de la democracia española, como les recordó la presidenta madrileña en Arganda del Rey.

Refuerza su liderazgo nacional Núñez Feijóo al respaldar abiertamente la posición de Ayuso en sus respuestas a la agresiva obsesión contra Madrid de Sánchez. Alguien dijo con mucho sentido en el CF socialista del fin de semana que, si la Comunidad Autónoma madrileña también pidiera el concierto, el resto tendría que irse en pateras. Si alguien tiene dudas, lea el informe de Fedea sobre datos de solidaridad: Madrid aporta a la financiación autonómica 7.395 millones y Cataluña, 2.088. Cuando el BNG ha pedido también un concierto para Galicia, Compromis para Valencia y el PSOE de Espadas para Andalucía, ¿de qué estaríamos hablando si Ayuso hubiera adoptado la posición de exigir un concierto para Madrid como el de Illa? Vaciar la caja común del Estado como pretenden es un obús contra la viabilidad del Estado de bienestar que hoy disfrutan los españoles.

Como Sánchez no puede explicar ese pacto propio de un felón, el sanchismo mediático se encarga, con El País, como es habitual, abriendo surco. En horas pasó de Ayuso “abre un vía de agua” a la unidad del partido a “(en el PP) todos a una, menos una”. Previamente, el exconsejero catalán de Economía durante el golpe separatista, Mas-Colell, les adoctrinó en La Ser La Vanguardia sobre cómo engañar a la opinión pública “española”: digan “más dinero para todos”. En cada plató televisivo, los activistas del sanchismo siguen literalmente el guion marcado por los indepes.

Rejón de muerte a la solidaridad

¿El PSOE? No existe. Los últimos restos del partido  que se asoció en su día con los

socialdemócratas alemanes y nórdicos se liquidarán en un Congreso Federal convocado al efecto. El lugar elegido para hacer una pira con los restos es ¡Sevilla! Justo allí enterrarán políticamente a Felipe González. En Andalucía, los delegados socialistas -de Zamora o de Teruel– votarán sí a un cupo catalán que supondría un rejón de muerte a la solidaridad interterritorial. Y también allí, en Sevilla, se aplaudirá a los condenados de los ERES, con Chaves en primera fila. ¡Qué traca final para el legendario Partido Socialista!

En cuanto a las guerras de Sánchez contra Ayuso, el balance está en las urnas.