Miquel Giménez-Vozpópuli
  • Le preguntan su opinión acerca de Bildu y los siete etarras condenados por asesinato en sus listas. “No me gusta”, responde. Menos mal que no ha dicho ¿y a ti que más te da?

La hemeroteca tiene muy mala leche. Si la consultan verán como aquel Patxi López que portaba féretros de asesinados por ETA con cara compungida fue a quien dijo la madre de Joseba Pagaza, que Dios tenga en su Gloria, “Haréis y diréis cosas que nos helarán la sangre”. Ahora que los socios bilduetarras incluyen en sus listas a siete etarras condenados por crímenes, e incluso se permiten presentar a dos de ellos en los municipios donde perpetraron sus crímenes, Patxi se encoge de hombros y dice que no le gusta. Como quien afirma que no le gusta cualquier banalidad. Bildu se ha negado a hacer comentarios, pero sí los han hecho dos socios importantes del sanchismo, a saber, ERC y Podemos. Rufián – qué bien te cae el apellido, macho – dice que ETA ha dejado de matar hace años y que, en cambio, el fascismo está muy presente; Irene Montero, que Bildu es un partido democrático y tiene todo el derecho a elaborar las listas como mejor le parezca. Y a Pachi no le gusta. O sí, O da lo mismo, porque lo que diga o piense si se diera el milagroso caso Patxi es irrelevante cual flatulencia de ornitorrinco.

Perdonen, no intento hacer broma acerca de la gravedad que supone ver a asesinos condenados alabados, recibidos como héroes, aplaudidos y luego incluidos en listas electorales allí donde vertieron sangre inocente gracias a que tienen cogido por los machos al gobierno de la nación. Es que está uno harto de que se nos mal gobierne desde el crimen y la delincuencia.

De que los etarras sean presentados como unas buenas personas que, fíjate, se han integrado en la vida democrática del país cuando todos sabemos que fue el infame ZP quien les ofreció facilitarles el blanqueo institucional a cambio de que dejaran de matar. Físicamente, porque si no eres de los suyos lo tienes muy mal para vivir en las vascongadas. Intenten pasear con una bandera de España en la solapa, simplemente, por esos pueblines vascos de Dios y sabrán a costa de una muy mala experiencia a lo que me refiero. Es la muerte civil la que continúan ejecutando ante la complacencia de PNV – al fin y al cabo son sus hijos, un poco traviesos, eso sí, pero buenos chavales -, de los mismos socialistas que se hacen fotos cenando con Otegui o pactan leyes de ámbito nacional desde Moncloa, y del propio PP en el que un Feijoó muy desafortunado ha dicho que se entiende más con un peneuvista que con uno de VOX.

Sólo sé que esta falsa izquierda caviar siempre se pone al lado del asesino, del criminal, del delincuente, del depredador sexual – mil violadores andan sueltos gracias a la ley del sí es sí -, pero, en cambio, nunca están de parte del trabajador

Es una vergüenza y, además, es una canallada. La gente se pregunta cómo es posible que estas cosas puedan pasar en un país con más de mil asesinados por los canallas etarras. Yo pregunto también, porque todo forma parte del mismo pack, porque consideran nazis peligrosos a los de Desokupa mientras se les da todo tipo de facilidades a los delincuentes okupas de la Bonanova. Ignoro lo que diría Patxi López acerca de esto y si le gustaría o no, y me importa un pito. Sólo sé que esta falsa izquierda caviar siempre se pone al lado del asesino, del criminal, del delincuente, del depredador sexual – mil violadores andan sueltos gracias a la ley del sí es sí -, pero, en cambio, nunca están de parte del trabajador, de la gente de la calle, de las familias, de quienes hacen un esfuerzo ímprobo para sacar adelante su bar, su pequeño negocio, su empresa, su vida. Y también sé, y lo saben ustedes, y lo saben todos los políticos, la razón por la cual se apoyan en la muleta viciosa del crimen para seguir en sus cargos. Ahí lo dejo.