EL MUNDO 14/02/14
· Vuelve a ser detenido en Londres por reintegrarse en ETA tras su huida de España
A Antonio Troitiño ya le da igual la sentencia de Estrasburgo. Le da igual desde ayer por la mañana, cuando agentes de la Policía Metropolitana de Londres le comunicaron que quedaba detenido por una nueva euroorden de la Audiencia Nacional. El ex miembro del comando Madrid, que desde la anulación de la doctrina Parot estaba en una plácida libertad provisional a la espera de que se convirtiera en definitiva, contempla ahora, desde la comisaría de alta seguridad de Paddington, un horizonte de 10 años en prisión.
La Policía española acusa a Troitiño de haberse reintegrado en ETA tras su huida de España y de haber falsificado documentos para permanecer en la clandestinidad. A finales de diciembre, tras algo más de un año de investigación, la Fiscalía de la Audiencia Nacional reclamó su detención, que fue acordada por el juez Pablo Ruz en enero y ejecutada ayer por la policía británica.
El punto de partida de lo que puede suponerle una nueva condena empezó como un aparente golpe de suerte. En abril de 2011, la Sección Tercera de la Audiencia le excarceló al hacer un cómputo errado de su condena que no tenía en cuenta la doctrina Parot. Para cuando rectificó, Troitiño ya había huido. El tribunal emitió una euroorden contra él y finalmente fue detenido en Londres en julio de 2012. El pasado octubre, mientras luchaba en los tribunales contra su entrega a España, le llegó la feliz noticia: Estrasburgo derogaba la doctrina Parot, lo que implicaba que ya había cumplido todas sus condenas. Inmediatamente, Reino Unido decidió que Troitiño quedara en libertad provisional. El etarra tenía dos escenarios: que Londres le liberara directamente o que, si le entregaban, lo hiciera España como había hecho con el resto de afectados por Parot.
Troitiño no sabía entonces que la Audiencia había abierto unas diligencias secretas. Cuando lo detuvo en el verano de 2012, la policía británica había encontrado en su domicilio media docena de DNI falsos, así como dos carnés de conducir y dos tarjetas sanitarias europeas igualmente falsificadas.
Las investigaciones que puso en marcha la Policía española permitieron concluir que el material se lo había proporcionado el aparato logístico de ETA, a la que Troitiño había acudido al ver que la Audiencia iba a rectificar su decisión de excarcelarle. Según explicó ayer el Ministerio del Interior, el ex etarra volvió a ser etarra sumándose al subaparato Ihesko-Colectivo de Refugiados. Esa nueva militancia es la que llevó a la banda a proporcionarle los documentos falsos que le daban cobertura, algo que ETA sólo hace con sus miembros.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ya ha presentado en el juzgado de Ruz una petición de procesamiento contra Troitiño por los delitos de pertenencia a organización terrorista y falsificación de documentos oficiales. En ambos casos, los mínimos de condena se elevan al tratarse de un reincidente. El primero podría costarle entre nueve y 12 años de cárcel y el segundo, entre un año y nueve meses y tres años de prisión.
Troitiño fue condenado a más de 2.700 años de prisión por 22 atentados cometidos dentro del comando Madrid, entre ellos el de la plaza de República Dominicana de Madrid, en el que fallecieron 12 guardias civiles. Cuando fue excarcelado por error, había cumplido 26 años de prisión.
UPyD denuncia los carteles de Amaiur
La líder de UPyD, Rosa Díez, envió ayer una carta al presidente del Congreso, Jesús Posada, solicitándole que «remita al fiscal general del Estado toda la información» para que examine si la actuación de los diputados de Amaiur exhibiendo en el Pleno carteles en favor de los presos etarra constituye un delito de enaltecimiento del terrorismo.
UPyD cree que el «enaltecimiento de personas encarceladas por atroces crímenes no puede saldarse con una mera amonestación».
Según Díez, «hay que marcar líneas rojas» porque no es lo mismo «enseñar un cartel contra el ERE de Coca Cola que a favor de los terroristas de ETA».