Pablo Sebastián-Vozpópuli
El ex número dos del PSOE asegura que casi no conocía a ese Aldama que se paseaba por su ministerio ‘como Pedro por su casa’
Ahora que Sevilla ha sacado sus más famosas cofradías de Semana Santa en una ‘Magna’ concentración cofrade de diciembre y mientras José Luis Ábalos lo niega todo en el Tribunal Supremo, a pesar de los informes de la UCO y la confesión de Aldama, en el Palacio de La Moncloa están ultimando los preparativos para volver a sacar a hombros y en procesión la momia de Franco.
A ver si con semejante espantajo en el 50 aniversario de la muerte (en la cama) del dictador, el presidente Sánchez consigue tapar el gran ruido de su corrupción familiar y política. Para ganar tiempo y estabilidad mientras sacia con perrunillas el hambre insaciable de Puigdemont (a quien Conde Pumpido vigila desde el TC), y con unas ‘chuches’ para Podemos a fin de mezclar el ‘sí es sí’ y el ‘no es no’, al mismo tiempo, de los impuestos a las empresas energéticas. O sea, magia para intentar salvar los PGE de 2025.
El año político se acaba en España con una sobredosis de cuestiones de cuantía política y judicial, exclusivamente centradas en la supervivencia de Sánchez en el poder. Desde donde el presidente afirma que el PP de Feijóo juega con las ‘cartas marcadas’ en una partida político-procesal que este jueves acaba de comenzar con la declaración, a petición propia, de Ábalos ante el Tribunal Supremo y a la que le van a seguir los interrogatorios de Koldo y Aldama, todos ellos imputados como Ábalos.
Un Ábalos que ha negado ante el juez todo lo que le afecta: desde las muy espectaculares comisiones corruptas de las mascarillas en el ministerio de Transportes que él presidía, hasta la trama de los hidrocarburos, el cobro de las comisiones de Aldama, los pisos y los chalés. Y hasta dice no saber por qué y quién le pagaba el piso y colocó en una empresa de Transportes a su novia Jésica, cuya existencia Ábalos estuvo a punto de negar.
Hasta el punto de decir y aparentar que casi no conocía a este Aldama que se paseaba por su ministerio ‘como Pedro por su casa’, y con el que Ábalos se subió al avión de Delcy Rodríguez en Barajas
De lo que se deduce que Ábalos -que tapó a Sánchez, Begoña y Cerdán, sobre todo en los casos de Air Europa y de Delcy– ha culpado de casi todo a su asesor Koldo. El que ya veremos si ha pactado con Ábalos cargar con todo el ‘marrón’ o si, por contra, ataca cuando el próximos martes declare ante el juez. Y todo ello, a pesar de la confesión auto inculpadora de Aldama y de los informes de la UCO. Lo que sitúa a Ábalos en el campo de la mentira y con una asombrosa desfachatez. Hasta el punto de decir y aparentar que casi no conocía a este Aldama que se paseaba por su ministerio ‘como Pedro por su casa’, y con el que Ábalos, que mintió al juez ‘como un bellaco’, se subió al avión de Delcy Rodríguez en Barajas.
En todo caso, con esta ‘estación de penitencia’ de Navidad, Ábalos ha dado ya, con ‘la cruz de guía’, el primer paso en la procesión. Y ahora le toca un segundo turno a otra santa, la esposa del Presidente, Begoña Gómez, cuyo caso se va a reactivar los próximos días 18 y 20 en el juzgado 41 del juez Peinado, quien acaba de solicitar a La Moncloa la lista de asesores que allí trabajan. Esta ‘estación de penitencia judicial’ continuará el mes de enero con el caso del fiscal general, Álvaro García Ortiz. A la espera de que el hilo conductor de esta trama nos conduzca un día no lejano al ‘caso Pedro Sánchez’ ante el Tribunal Supremo, ahora que el prestigioso magistrado Manuel Marchena acaba de cesar, al término de su mandato, en la presidencia de la Sala Penal del TS.
Lo que para los ‘finos’ estrategas de Sánchez en La Moncloa, y también para los de Puigdemont en Waterloo, ha sido considerado como un ‘respiro’ y una buena noticia, sin entender, tanto el presidente como el prófugo, que ambos pueden encontrarse a Marchena en el Tribunal Supremo como posible instructor de sus respectivos y aun pendientes ‘procesos’. Y eso sí que sería un notición.
De momento nos tenemos que conformar con estas previas escaramuzas del golfo de Ábalos y su banda de trincones, con lo de Begoña (que seguirá sin querer declarar ante el juez y con más imputaciones), con lo del hermano músico de Sánchez, David, y con el esperado espectáculo del fiscal general en enero.
La posibilidad de que, antes de un año, se logre extraer, con la tecnología de los llamados MOF, agua potable del aire en una zona desértica; así como que en diez años otra tecnología permita absorber el dióxido de carbono de la atmósfera
Mucho más interesante la escena internacional donde EE.UU. e Israel han salido beneficiados con la caída en Siria de Bachar El Asad. E interesante también el último artículo del Nobel de Economía y habitual columnista del diario The New York Times Paul Krugman, quien ha renunciado a su columna con un último escrito pesimista titulado ‘Encontrar esperanza en una era de resentimiento’, en alusión al nuevo mandato de Donald Trump que ahora se aproxima y se proyecta, incluso sin haber asumido aún la presidencia, sobre la escena internacional.
Lo del sanchismo autocrático, y la débil oposición de Feijóo (que juega con el fuego de Puigdemont) son cuestiones de menor cuantía para lo mucho que hay en juego en el tiempo venidero. Y lo que está por llegar en nuestro entorno europeo con las crisis de Francia y Alemania y el desembarco, a ritmo de las fanfarrias, de Donald Trump en la Casa Blanca con su gobierno de excéntricos millonarios (‘las élites’ al poder, dice Krugman). Destaca entre ellos el no menos estridente Elon Musk, quien pretende enviar a dos astronautas a Marte, a pesar de que esa aventura no aportará gran cosa al conjunto de la ciudadanía en general. Mayor interés tienen la necesidad de agua potable en el Planeta Tierra y los peligros del cambio climático.
Un acontecimiento histórico
Dos cuestiones esenciales sobre las que un científico jordano afincado en EE.UU., Omar Yaghi (catedrático de química en la Universidad de Berkley) acaba de anunciar sorprendentes descubrimientos científicos como son: la posibilidad de que, antes de un año, se logre extraer, con la tecnología de los llamados MOF, agua potable del aire en una zona desértica; así como que en diez años otra tecnología permita absorber el dióxido de carbono de la atmósfera.
Si todo esto, por lo que le han concedió a Yaghi el premio científico Balzan (que está considerado antesala de los Premios Nobel), se convirtiera en una realidad estaríamos ante un acontecimiento histórico que puede beneficiar en lo del agua a cerca de 2.000 millones de ciudadanos de nuestro planeta. Y estas sí que serían unas buenas noticias, a las que esperamos que un día no lejano se sume la ‘fusión nuclear’ como la principal, inagotable y la más barata fuente de energía mundial.