Editorial-El Correo

  • El demoledor informe de la UCO sobre la ‘trama Koldo’ exige explicaciones del Gobierno que hagan creíble su discurso regenerador

Los encendidos discursos del Gobierno en favor de una «regeneración democrática», que le han empujado incluso a aprobar un plan con ese objetivo a raíz de las investigaciones judiciales a Begoña Gómez, se ven sometidos a una inesperada prueba del algodón con el demoledor informe de la Guardia Civil sobre la presunta implicación de José Luis Ábalos en una trama de corrupción durante su etapa como ministro de Transportes y secretario de Organización socialista. Aunque el PSOE ha roto con el ahora diputado del Grupo Mixto, la avalancha de indicios que le tienen al borde de la imputación en el ‘caso Koldo’ exigen explicaciones sobre el grado de conocimiento de sus supuestos delitos que tenían el Ejecutivo y el partido, si esa fue la causa de que Pedro Sánchez defenestrara en julio de 2021 a quien era su más estrecho colaborador -en tal supuesto, debió comunicarlo a la Justicia- y las razones por las que fue repescado para las listas electorales dos años después.

La contundencia contra él de la que ahora presumen con toda razón La Moncloa y Ferraz no les exime de aclarar esos extremos. La regeneración que enarbolan ha de empezar con la expiación de las culpas propias. Sus denuncias de «bulos» y «oscuros intereses» de los demás se les vuelven en contra cuando la UCO deja al desnudo las contradicciones y mentiras del Gobierno sobre la estancia de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez en Barajas y sombras acerca del millonario rescate a Air Europa, sobre el que planea el ‘conseguidor’ y presunto cabecilla de la trama Víctor de Aldama.

El nuevo estallido de un escándalo que va mucho más allá del cobro de comisiones ilegales por la compra de mascarillas durante lo peor de la pandemia pone en serios aprietos a un Ejecutivo que prometió acabar con la corrupción y deja en coma una legislatura de la que, 15 meses después de su inicio, poco cabe esperar, salvo más dosis de aguda crispación. La decisión de los socios del presidente de pasar de puntillas ante un caso que le debilita confirma su nula disposición a dejarle caer mientras puedan rentabilizar al máximo su apoyo. Con la improvisada querella por presunta financiación ilegal del PSOE presentada con escaso fundamento probatorio, el PP, que carece de credibilidad alguna para dar lecciones en ese ámbito, incurre en una torpeza que dará un balón de oxígeno a un asfixiado Sánchez en el más que probable supuesto de que el asunto sea archivado.