EL MUNDO 28/12/13
· Gritan e insultan a los ediles de PNV, PSE y PP por votar contra la desanexión de Igeldo.
El Pleno del Ayuntamiento de San Sebastián aprobó ayer, con los votos de toda la oposición, recurrir ante los tribunales el decreto de la Diputación de Guipúzcoa –gobernada por Bildu– que determina la desanexión del barrio donostiarra de Igeldo al considerarlo «ilegal». Lo hizo en una tensa sesión que derivó en un enfrentamiento entre las fuerzas nacionalistas por el respeto al derecho a decidir, en un clima de insultos y gritos de «fascistas» por parte del público afín a la izquierda abertzale.
La víspera, el coordinador de Sortu en San Sebastián, Joseba Álvarez, había hecho un llamamiento a los simpatizantes radicales a través de las redes sociales para que acudieran al Consistorio a denunciar la decisión de PNV, PSE y PP. Vecinos de este enclave y simpatizantes de la izquierda abertzale lo secundaron y protagonizaron una tensa sesión en la que tildaron de «fascistas» a los grupos de la oposición por avalar la vía judicial y, en especial, al PNV por negarse a respetar la voluntad ciudadana.
El Pleno rescató escenas del pasado del entorno abertzale, cuando éste insultaba a los demás partidos por actuar en contra de los intereses de la antigua Batasuna, que ahora ha decidido decretar la independencia de Igeldo con la oposición de la mayoría del Pleno (19 de 27 concejales se oponen) y con el rechazo de los servicios jurídicos de la Diputación.
Así, la sesión municipal extraordinaria –que se celebró una semana después de que el alcalde de Bildu, Juan Karlos Izagirre, vetara el debate en sesión ordinaria por supuestos «defectos de forma» en la iniciativa presentada por la oposición– se desarrolló entre descalificaciones, gritos y abucheos contra los grupos políticos. El primer teniente de alcalde, Josu Ruiz –que ejerció de presidente ante la ausencia de Izagirre por su activismo en el pasado en favor de la independencia de Igeldo–, tuvo que interrumpir hasta una decena de veces la sesión para pedir «respeto» hacia la oposición. Sin embargo, aunque en varias ocasiones amenazó con ordenar el desalojo del centenar de asistentes al Pleno, no adoptó esta decisión pese a que las protestas no pararon.
El centro de las iras fue el PNV y, en particular, su portavoz, Eneko Goia, por sumarse a PSE y PP para impedir que se respete «el derecho a decidir» de los vecinos de Igeldo. Uno de los asistentes llegó a señalarle con el dedo, a modo de amenaza, cuando la mayoría del público abandonaba el Pleno en protesta por la negativa de PSE y PP a dar la palabra al presidente del Consejo Popular de Igeldo, Ramuntxo Urruzmendi, antes de la votación.
Como el reglamento no contempla esta posibilidad, los socialistas se habían mostrado dispuestos a permitir su intervención al término de la votación, pero Urruzmendi se negó y exigió hablar en ese momento. Al no poder hacerlo, los defensores de la desanexión de Igeldo abandonaron el Pleno entre gritos e insultos.
Al debate asistieron el ex alcalde Odón Elorza y el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, entre otros dirigentes políticos.